Educar es avanzar

Hoy escribo en primera persona para referirme al nuevo compromiso asumido al ser distinguido por el presidente con mi inclusión en la junta directiva de la transición del Instituto Policial de Educación (IPE) a la nueva estructura deseada como parte de la reforma de la Policía Nacional.

Es la segunda designación por decreto, la que agradezco, recibo y acepto como compromiso con el proceso para transformar y profesionalizar la institución del orden público iniciado en abril de 2021 con el grupo de trabajo que cumplió su labor presentando el informe final en diciembre pasado.

Ahora, junto a otros miembros del grupo me comprometo a ofrecer los mejores aportes que redunden en beneficio colectivo, en base a mi formación y ejercicio de otras responsabilidades cívicas, en una labor honorífica, retribuida con la satisfacción del deber ciudadano cumplido.

La educación es la zapata del desarrollo sostenible de toda sociedad y en nuestro caso la anhelada reforma policial debe tener por base la preparación y capacitación continua de su recurso más valioso, sus miembros, quienes deben ser dignificados y protegidos como tales para mejorar su labor.

La Policía requiere una transformación integral y profunda, que es compleja y tomará años para su ejecución cabal por parte del presidente de la República, único de los últimos mandatarios que ha asumido como guerrero esta tarea y que ha dicho que en su propósito él no se cansa ni lo cansan.

Junto a otras acciones en desarrollo, la reforma educativa es vital y el reentrenamiento y capacitación de más de 35 mil miembros, de todos los rangos, en un diplomado de tres meses para cumplirse en año y medio, es el punto de arranque del cambio positivo porque educar es avanzar para mejorar.