El bajo presupuesto, la demora legislativa sobre la reforma electoral y el proselitismo anticipado de los partidos políticos constituyen las tres grandes preocupaciones de la Junta Central Electoral (JCE) para las votaciones de 2024.
Pero las preocupaciones no distraen al tribunal en cuanto a responsabilidades como la de advertir a las organizaciones políticas sobre el cumplimiento del informe de gastos que establece la ley.
En un encuentro con representantes de la Sociedad Dominicana de Diarios (SID), el presidente Román Jáquez y los miembros de la JCE informaron que se creó una dirección de fiscalización y control de los recursos que reciben los partidos.
La JCE puede retener los recursos de no cumplirse con el mandato, pero se duda que se llegue a tal decisión. Son legítimas las preocupaciones sobre la demora para sancionar la reforma de las leyes electoral y de partidos, así el problema de los recursos.
Son decisiones que escapan a su autoridad, no así intervenir frente al proselitismo prematuro de los partidos políticos.
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Con un proceso electoral a tiro de piedra la JCE tiene que incrementar las presiones para que los legisladores aceleren la sanción de las reformas y para que el Gobierno entienda la necesidad de un mayor presupuesto para el tribunal organizar las votaciones.
E incluso para comprometer a la opinión pública, que por ahora se ha mantenido indiferente, con su demanda de más recursos y la aprobación de las leyes electoral y de partidos políticos.