Carta de los Lectores

Reforma policial

Reforma policial

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Definir criterios estandarizados para la selección y reclutamiento de nuevo personal, convirtiéndolo en un cuerpo profesionalizado y desmilitarizado. El modelo de reclutamiento debe incluir un meta análisis de los hechos delictivos cometidos por miembros de la institución en la última década, para descartar sistemas de ingresos que permitieron incorporar a sus filas a individuos con el perfil de los que han perpetrado actos atroces como el más reciente ocurrido en Villa Altagracia.

Las unidades especializadas de la policía deben estar bajo el control del cuerpo técnico dirigido por la Procuraduría; los actuales departamentos técnicos destinados a la investigación, como el laboratorio de criminalística y otros, es conveniente traspasarlos al INACIF.

Cabe destacar, en beneficio de la Policía Nacional, en sus filas hay una pléyade hombres y mujeres bien formados para encarar las referidas tareas, lo que falta es organización, delimitación de funciones conforme al ordenamiento constitucional, control disciplinario y régimen de consecuencia.

Ahora bien, el réquiem policial quedaría inconcluso si el cuerpo que surja de su reestructuración mantiene símbolos y prácticas tan oscuras como el húmedo sótano del Palacio de la Policía, el uniforme gris y el uso incontrolado de armas letales. Tampoco surtiría el efecto disuasorio requerido si quedan intactas las injustificadas fortunas de algunos de sus altos oficiales activos y en condición de retiro.

Esas decisiones pueden ejecutarse a corto plazo, pues existen los mecanismos legales para implementarlas. Las reformas a largo plazo deben realizarse en el marco de una profunda transformación del conjunto de las instituciones democráticas.
Por: Lic. Hotoniel Bonilla

Las calles
Siempre que se me permita denunciaré que el desorden que se verifica en las calles de la ciudad tiene que ver con la ausencia de autoridad y eficiencia de la Digesett. Ese caos que tanto irrita a la población es lamentable reconocer que se ha tornado más grave en los últimos tiempos.

El ciudadano, en lugar de protestar y movilizarse, se ha conformado con sufrir las violaciones de las leyes, la privatización de los espacios metida por parqueadores y comerciantes y por las propias autoridades. Intervenir los semáforos es la única preocupación de la Digesett.
Por: Ernesto Rodríguez

El Nacional

La Voz de Todos