Por primera vez en la historia dominicana, una mujer; ex-trabajadora sexual y Directora del Movimiento de Mujeres Unidas (MODEMU), ostentará el cargo de diputada al Congreso.
Desafortunadamente los candidatos abiertamente homosexuales, no lograron los votos suficientes, tal vez porque muchos de ellos al igual que el apóstol Pablo, no se reconocen como tales.
Las trans que no pueden ocultar su preferencia de género no fueron a votar; razones: En la foto de la cédula, los obligaban a cambiar su aspecto; otras evitaron burlas o rechazos en el momento de votación.
Las pocas que se atrevieron, lo hicieron en complicidad con el personal de las mesas que se hicieron los locos con las disposiciones de la Junta.
El pueblo votó y Danilo ganó. Los resultados de los niveles congresuales y municipales se quedan como están, «después del palo dado, no hay quien lo quite». Los candidatos de oposición, «quienes curiosamente ahora andan juntos», analicen el fenómeno David, revisen sus estrategias, vuelvan con ofertas modernas y creíbles, además agreguen un poco de humor, ausente en esta campaña.
Entre los perdedores en el certamen no solo están los Robertos y Leonel sino también «el sepulturero», que ahora trata de enredarnos diciendo que el PRD -aun con su reducida votación-, ganó en estas elecciones. De igual manera fue significativa la negación del voto a los ortodoxos y candidatos religiosos que hicieron su campaña promoviendo el odio hacia los haitianos y los homosexuales.
Al candidato Abinader, le faltó subirse en una guagua y darse un baño de pueblo. Debe separarse de ese grupo de perdedores, muchos de los cuales solo buscan que les repongan el dinero invertido y usan expresiones tan cómicas como «a mí hay que matarme para quitarme ese curul». Recordar que sus aliados no son tales y que en su partido hay gente que sufre de incontinencia verbal.
Minou con mucho pedigrí y futuro político promisorio, tocó tímidamente el tema de los gais. Por su baja votación, debe considerar el slogan de las trans durante la revolución: «Caamaño, Caamaño a la lucha…no somos guapas, pero somos muchas».