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Retrato de Haití

Retrato de Haití

Hugo A. Ysalguez

El colapso del Estado haitiano no solo genera convulsiones internas, sino que constituye una fuente de secuelas que afectan varios países, principalmente a la República Dominicana, por lo que es motivo de preocupación de los gobiernos y habitantes que padecen de las consecuencias que se germinan de la inmigración ilegal que, muchas veces se traduce en violencia, asesinatos de ciudadanos y diseminación de enfermedades transmisibles.

Y el periodista de Puerto Rico, residente en San Juan, hace un retrato formidable de los tortuosos momentos que vivimos los dominicanos con los indocumentados haitianos. Y desde la vecina isla, nos hacen llegar el terrible cuadro descrito por el comunicador boricua.

El texto es el siguiente: “Van para casi dos años que Haití fuera devastado por un terremoto que dejo la secuela de 200,000 muertos y sin reponerse, sufre el ataque de una epidemia de cólera, que cuenta miles de muertos y decenas de miles infectados.

Es inevitable que cada desgracia haitiana afecte directamente a los dominicanos, por ser ambas naciones dos siameses, aunque unidos por la espalda debido a razones históricas y de origen.

Los haitianos deben aceptar la responsabilidad por el fracaso de su vida republicana; pues crearon una nación sobre despropósitos emocionales y sustentados en razones raciales, religiosas y de odio a todo los que fuera blanco.

Al extremo de que su constitución original, prohibía el derecho a la propiedad y ciudadanía a los blancos y extranjeros, aunque hubieran nacido en el país.

En una especie de miopía e irracionalidad, desmontaron la estructura económica de grandes producciones para instaurar el sistema de pequeños productores, dando al traste con toda posibilidad de desarrollo.

Este esquema desprecia los pilares del desarrollo, que son el capital y el conocimiento; elementos que estaban en manos de los blancos.

 A pesar de que han sido cerca de veinte los ataques, masacres e invasiones de haitianos a dominicanos, a través de la historia, son estos vecinos quienes más han ayudado a Haití; incluyendo prestar su territorio como válvula de escape.

Para no ir muy lejos, desde el terremoto, han cruzado ilegalmente la frontera más de unos 200,000 haitianos. No puede ser de otra manera, por tratarse de una emigración desesperada desde una nación con 70% de desempleo y 90% de analfabetismo.