Es una enfermedad que va afectando la visión de los diabéticos poco a apoco hasta el punto que le cuesta ver la hora, las imágenes y letras del celular, entre otras cosas de uso diario, y cuando visita al oftalmólogo, después de un tiempo padeciendo de diabetes, este le va a informar que sufre de Edema macular diabético, explica el doctor argentino Patricio Schlottmann al referirse a esta enfermedad.
Indica que el EMD es el encharcamiento y la acumulación de líquidos en la zona central de la retina, lo que se puede llamar la macula, en cuyo centro se encuentra la fobia que es el punto de máxima visión dentro de la retina.
“Cuando eso se llena de líquido la capacidad visual disminuye y no mejora con anteojos”, dice.
Explica que no se trata de una ceguera donde no se puede ver nada, pero “afecta tanto a las personas que hay cosas que no puede leer, que si le ponen un plato de comida no distingue lo que se está comiendo y esto afecta de muchas formas la calidad de vida”.
Esta enfermedad afecta a las personas con diabetes en edades comprendidas entre los 40 a 60 años, aunque puede haber pacientes con mayor o menor edad.
Dice que un 20 por ciento de los diabéticos tipo uno, luego de 10 años de diagnóstico, tienen Edema Macular. Los del tipo dos, un 30 por ciento a los 10 años, lo que significa que hay una combinación de factores: diabetes, más tiempo, más control, en algún momento va a padecer de este tipo de problema visual.
Schlottmann señala que lo ideal es que toda persona se haga un control oftalmológico, teniendo o no diabetes, pero si además es diabético la precaución es mayor ya que al igual que los riñones, el corazón y el cerebro, también ataca fuertemente al ojo.
“Todo paciente diabético debe chequearse por lo menos anualmente con su oftalmólogo que le haga un examen visual como corresponde, dilatando la pupila y mirando el fondo de ojo para ver si no hay hemorragias o cualquier otro signo que presagie que algo va a suceder en ese ojo, incluso, hay algo que se llama retinopatía diabética que no afecta la visión central, pero puede eventualmente quitar la visión final o provocar una ceguera total”, explicó.
Tratamiento
Dijo que hasta hace cinco años el EMD se trataba haciendo disparos con láser que afectaba el centro lo que mantenía la lesión. Muy pocos pacientes ganaban y disminuía la posibilidad de que perdieran la visión, eventualmente la perdían.
“En los últimos cinco años y hasta ahora en el EMD la utilización de antiangiogénicos es lo que nos ha llevado a poder tratar esta patología exitosamente”, dice y recalca que como toda patología mientras más temprano es descubierta mejor son los resultados.
“Si el apaciente empezó en unos meses con baja visión se empieza a tratar en par de meses tiene su visión normal. Hay que seguirlo controlando y quizás haya un tratamiento en el futuro, ya que es una condición crónica. La diabetes es para toda la vida, las complicaciones son para toda la vida”.
La forma de administración del tratamiento es a través de una inyección bien pequeña que se coloca con anestesia local y dependiendo de la severidad del casos serán muchas o pocas inyecciones.
UN APUNTE
Más datos
El doctor Patricio Schlottmann vino al país invitado por Novartis para participar en una junta con otros especialistas. Novartis está impulsando el desarrollo de tratamientos innovadores, así como a facilitar el acceso a ellos.
Precisamente a través de la puesta a disposición de los antiangiogénicos a un precio ajustado a las capacidades económicas del país, Novartis buscar realizar un aporte significativo a la salud oftalmológica de República Dominicana y con ello mejorar significativamente la calidad de vida de