La señal S.O.S., “Save Our Souls”, que significa “Salvad nuestras almas”, es la analogía pretendida en “S.O.S. Boca Chica”, para ir al rescate de esta emblemática y turística localidad.

La playa de Boca Chica de blancas y finas arenas, con aguas cristalinas poco profundas, ha sido la más familiar de todas las playas de la República Dominicana.

Su nombre se debe a que esta playa se comunica con el mar por dos bocas, la que está al oeste es la más grande de las dos y se utiliza para ir hacia el pueblo de Andrés, y la otra boca, la chica, se comunica el mar con dicha playa.

Este municipio de la provincia Santo Domingo, con más de 150,000 habitantes se hizo popular por sus pescados fritos, mariscos, yaniqueques, etc, favorecido por su cercanía a la capital.

Fue fundada en 1779 durante el gobierno del Brigadier Isidro Peralta y Rojas con el nombre de San José de los Llanos.

Desarrollada originalmente por el estado dominicano a través del Ingenio Boca Chica, en 1916 y luego, Juan Bautista Vicini Burgos, estableció plantaciones de azúcar.
En 1926 se construyó la carretera que la uniría con Santo Domingo.
Vicini fue muy aficionado al lugar y de su playa de virgen y exuberante.
En noviembre de 1932 pasó formar parte del Distrito Nacional.

Hay que frenar la arrabalización de Boca Chica

En la década de los 50 se convierte en el lugar preferido de las familias pudientes de la capital, quienes construyeron sus casas frente de la playa.

En la década de 1970, la playa se hizo más popular, lo que ayudó a que se conviertiera en una playa muy poblada dejando de ser aislada y tranquila.

En el año 2001 fue elevado a municipio y La Caleta fue elevada a Distrito Municipal en 2004.
Desafortunadamente en las últimas décadas el atractivo del otrora paradisíaco lugar se ha ido mermando fruto de la arrabalización, mal estado de sus calles, la criminalidad, asedio y casi acoso de los parqueadores y pedigüeños, contaminación visual, etc.

Confiamos que dado el empeño, visión y resultados demostrados por el superior gobierno por fortalecer el turismo, al punto de ser nuestro país líder en la recuperación del mismo, de ir al rescate de esta emblemática localidad para devolverle su esplendor y el espíritu de hospitalidad a este descuidado destino turístico, de ahí nuestro urgente llamado; S.O.S. Boca Chica.