Antes que la confrontación el expresidente Danilo Medina se decantó por una oposición constructiva y proactiva frente al Gobierno, obviando la fuerte descarga del presidente Luis Abinader a las gestiones del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Medina confirmó su condición de hábil estratega político al entender que el momento no favorece una disputa con Abinader, sin importar que el mandatario acusara las gestiones peledeístas de haber instaurado una maquinaria de corrupción e impunidad.

Como político que sabe en lo que está, Medina concentró su discurso en la apertura del IX Congreso Ordinario José Joaquín Bidó Medina en la autocrítica para justificar la derrota y llamar la atención de los integrantes del PLD.

“En los últimos años no fuimos la mejor versión de nosotros mismos”, dijo el exmandatario y líder peledeísta en un mensaje en que convocó a la renovación del PLD y en un claro guiño a la población.

Medina, que había cuestionado la inacción de los peledeístas en las elecciones del 5 de julio, fue esta vez más crítico al señalar que los resultados de las urnas son un mensaje de desaprobación a su partido. Pero nada de confrontación