Los Sacerdotes tras pronuciarse en Rueda de Prensa.
Dajabón.- El país tiene derecho a organizar sus fronteras y a hacer cumplir la ley de migración, según declaraciones de los párrocos de la iglesia Católica de la provincia fronteriza.
Pero, las deportaciones masivas como la que se están registrando en las últimas semanas se están dando condiciones en las que el gobierno no puede asegurar el debido proceso, por los números tan elevados de deportaciones que desbordan las capacidades operativas de los agentes de Migración.
“Vemos que esta situación impide que haya una correcta ejecución de los protocolos, en la que todos los nacionales haitianos son apresados en los operativos de migración y Ejército Nacional, para que sean depurados de manera efectiva”.
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Según dijeron los sacerdotes Jeshon Daniel Burdier Rodríguez, Párroco de Restauración; Parroquia San José, Eulide Gracia Torres; Párroco del Santuario Nuestra Señora de La Altagracia de Loma de Cabrera; Roberto Guzmán Abreu; Párroco de Dajabón, Parroquia Nuestra Señora del Rosario.
También Regino Martínez Bretón, Superior de la Misión Jesuita, en Dajabón; Pedro José González Martínez, Párroco de Partido; Parroquia San Ramón Nonato, José Núñez Mármol; Rector del ITESIL, Jesús de León Mercedes; Vicaria del Santuario Nuestra Señora de La Altagracia de Loma de Cabrera, Osvaldo Concepción Marte; Coordinador del Centro Montalvo de Dajabón, Aquiles Ozuna; Director de Radio Marién, José Ramón Rosario; Párroco de El Pino, San José Obrero, Albaro de Jesús Pichardo Vicario, Parroquia de Partido, San Ramón Nonato.
Siguen diciendo los sacerdotes los migrantes son sometidos a procedimientos violentos, humillantes y poco profesionales, en los operativos que diariamente se realizan cualquier uniformado puede detener una persona migrante.
Existe “macuteo” y promoviendo el miedo, hay deportaciones de niños con arraigo social en la República Dominicana, y nos entristece la cantidad de menores no acompañados que han sido conducidos a la frontera.
Además los centros de detención no cumplen con el mínimo que garanticen la dignidad humana: baños, muebles para sentarse o dormir, tampoco se les brinda agua y comida. A esta situación son sometidos tanto niños como mujeres embarazadas y madres lactantes.
Concluyen los sacerdotes de Dajabón, “cualquier extranjero que esté en suelo dominicano se le debe respetar su dignidad humana y sus derechos, los mismos deben de ser garantizados por el Estado. Porque el Estado, en todos los casos, siempre es garante de derechos, cuando esto no ocurre se lacera el acuerdo social.
Tomando en cuenta, que la República Dominicana depende de la mano de obra haitiana en varios rubros fundamentales, como la construcción, el turismo, la agropecuaria y los servicios domésticos, las deportaciones masivas pueden poner en peligro la estabilidad económica y la seguridad alimentaria en el país.
