Ya en la parte final de la campaña electoral, víspera del proceso desde las urnas, es oportuno que la colectividad votante se haga un examen de conciencia y defina cuales candidatos/as merecen que les otorguen sus votos.
Debe averiguar bien cómo es por dentro cada candidata/o. La votación es un asunto serio, de vergüenza, y de buen juicio por el bienestar común. La colectividad de votantes no debe ser cómplice de mala conducta de sus candidatos.
Asegúrese colectividad, de que sean honestos, transparentes, leales a las leyes, y a la Constitución; que no roben ni apoyen ladrones. Los bienes del Estado son bienes de la colectividad y son suyos también. No elija tramposos ni mentirosas. Elíjalos que trabajen por el bienestar de todos los dominicanos/as; que no gobiernen para su familia ni para grupos.
Vote por candidatos que no le avergüence con su mala conducta. Vote por la decencia del país; por el rescate de la vergüenza, la honorabilidad y la transparencia de los senadores y diputados de la República, del Palacio Nacional y sus dependencias. Vote, colectividad, por la credibilidad y confianza del poder Judicial y del ministerio público.
No venda sus votos; venderlos o comprarlos es fraudulento y produce triunfo inorgánico e ilegal. Fíjese en la pobreza de las promesas de los aspirantes a cargos electivos.
Hay candidatos al congreso y a la presidencia que nada tienen que ofrecer; que tuvieron la oportunidad de hacer y no hicieron. Por eso sus promesas son tímidas y confusas. Saben que la población no les cree por mentirosos y corruptos. No apoye la larga cola de algunos candidatos.
Ellos han corrompido la conducta de miles de jóvenes con sus acciones corruptoras. Son candidatos para ignorantes y delincuentes; tienen demasiados engaños acumulados. Han desacreditado la dignidad de nuestro origen de nación, y pisoteado la memoria de los padres de la patria, de los restauradores, de Caamaño, de Peña Gómez y de Juan Bosch.
Su compromiso y el nuestro es con Dios, con la patria y con la democracia. Solo te sugerimos, colectividad, que vote bien, que no vote por pillos, delincuentes y perversos, ni por mafiosos de oficio. Cuando tu, colectividad, vota mal, pierde el país y pierde tu. ¡A votar, con vergüenza y con dignidad!
Por: Lic. Santiago Martínez