COD y su feria de viáticos
Constituye una vergüenza, que habiendo transcurrido 177 años de vida republicana y teniendo la nación como legado, la rendición de cuentas que hiciera el fundador de la República, Juan Pablo Duarte, quien recibió 1000 pesos de viáticos en su misión a Baní para detener el avance de los haitianos e inmediatamente, a los pocos día, exactamente el 12 de abril de 1844, entregó a la Junta 827.00 pesos y el detalle de los 173 pesos gastados, con un “asterisco’’: ‘’ repartidos entre 14 acompañantes, sin contarme yo’’, todavía no haya aparecido una institución del Estado que se preocupe por el escándalo que ha surgido en torno a un rumor sobre una feria de viáticos que hizo el Comité Olímpico Dominicano, de varios millones de pesos para el viaje de Tokio, con el macabro ingrediente de que algunos miembros del Comité Olímpico, tomaron los dólares y se quedaron en sus casas.

Yo no sé sobre las implicaciones judiciales de estas violaciones, de comprobarse el hecho, pero por lo menos, en términos deportivos, lo menos que pediría cualquier país que haga respetar la Carta Olímpica, es exigir la renuncia de los implicados, empezando por su presidente: Antonio- Colin- Acosta, por permitir tal indelicadeza.

El COD no lo ha desmentido y es de conocimiento público que, en un buen gesto, el presidente de la Federación de karate, José Luis Ramírez, Borola, hacía tiempo que había devuelto esos viáticos.

El sector del deporte no puede estar indefenso ante un escándalo así. Alguien tiene que detener esta soberbia actitud de algunos olímpicos y federados que se sienten con el derecho de repartirse los recursos del Estado.

Debemos de confesar que, en cierta manera, ha habido una complicidad en permitir este reprochable accionar del COD, pues lo hemos legitimado con el silencio. No dicho, que hay dominicanos que mueren, al no poder comprar sus medicamentos, sin embargo, permitimos un dispendio en viáticos con los recursos del pueblo.

Ya no tenemos la presencia de Wiche García Saleta, Polón Muñoz, Virgilio Travieso Soto, Nelly Manuel Doñe, Danilo Aquino, José Manuel Ramos Brea- Joselín-, quienes hubiesen condenado ese proceder. Hay dos voces respetables, las de José Joaquín Puello y Luisín Mejía, dos expresidentes del COD, que no pueden alegar ignorancia de lo que está pasando y el país espera que rompan su inexplicable silencio.

Del fallecido científico y filósofo argentino: Rolando García, aprendí aquello de la variabilidad de la verdad. Ayer, respetar los principios olímpicos era la verdad. Hoy, despilfarrar los recursos del Estado dominicano en una feria de viáticos, es la nueva verdad.

Por: Ramón Rodríguez
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