Santiago. Cinco días después que misteriosamente desaparecieron más de 37 millones de pesos de una oficina de la Junta Electoral de Santiago (JES), los organismos que investigan el hecho ignoran quiénes perpetraron el hecho y, peor aún, dónde está el dinero.

Lo que en principio se consideró como un robo relativamente fácil de desvelar, por la forma en que se perpetró, a las autoridades les ha resultado más que difícil esclarecer el asunto.
Se trata de la subrepticia manera en que la madrugada del martes los ladrones ingresaron a la oficina del presidente de la JES, Haime Thomás Frías Carela, donde horas antes se había dejado la valija que a las 3:00 de la tarde del lunes fue recibida por su secretaria.

Esa suma millonaria fue traída desde la sede principal de la Junta Central Electoral, en Santo Domingo, con la que se pagaría los viáticos a las personas que trabajan este domingo en los colegios electorales de este municipio, en las elecciones presidenciales y congresuales.

En el entendido de que la oficina del presidente de la JES era el lugar más idóneo para guardar ese dinero, se procedió a dejarlo en el baño de la misma. Pero quienes se los llevaron hicieron un hoy cerca del manubrio de la puerta, la abrieron desde adentro y cargaron con el botín.

De poco ha valido hasta ahora el empeño del procurador fiscal titular de este distrito judicial, Francisco Núñez, quien dirige las investigaciones, acompañado de técnicos de la Policía Nacional y el Ejército de la República.

Hasta ahora lo único que han podido determinar es que el dinero fue sacado de la sede de la JES en un vehículo. De poco han servido los interrogatorios a una docena de personas, entre ellas seis militares que estaban de servicio en el lugar.

Los investigadores lucen empantanados en sus averiguaciones para dar con los autores del hurto y el dinero, mientras que el presidente de la JES y los miembros locales de ese tribunal de elecciones insisten en que la Junta Central Electoral debe involucrarse en las averiguaciones.