Transitar por el kilómetro 9 de la carretera Duarte o por la avenida 27 de Febrero con Luperón es un verdadero martirio.

Esas vías son un pandemonio y se tornan más caóticas cuando los semáforos son reemplazados por agentes de la Digesett para regular el tráfico de vehículos. Pero el ministro de Obras Públicas, Deligne Ascensión, ha anunciado un alentador respiro al garantizar que en agosto en el kilómetro 9 de la Duarte operarán 14 carriles.

Obreros reubican tuberías del acueducto de Valdesia para la ampliación de la avenida Prolongación 27 de Febrero.

Con esa solución, que es tan importante para la salud y el bolsillo, porque ahorra tiempo, dinero y reduce el estrés, la zona de la Duarte con Luperón dejaría de ser un infierno.

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En el caso de la 27 de Febrero se tendrá que esperar más tiempo, pero lo importante es que se trabaja para agilizar el tráfico de vehículos.

Ambas soluciones representan una inversión de 1,200 y 100 millones de pesos. En el caso de la 27 de Febrero contempla la construcción de otros tres carriles y otras medidas.

Por los muchos factores que intervienen, la solución al problema es multisectorial. Pero es importante que Obras Públicas cumpla con la suya en lo concerniente a infraestructura.

En ese sentido al ministro Ascensión hay que reconocerle por la visión que ha tenido para enfrentar un problema que con el paso del tiempo no ha hecho más que agravarse.