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Bases de partidos

El Diccionario de la lengua española de la Real Academia define la base como “el fundamento o apoyo principal de algo”. En lo referente a los partidos político, las bases constituyen su esencia, ya que sin ellas no podrían conquistar el poder, que es la razón de su existencia.

Por tal motivo, como sostiene Piero Ignazi, en su obra Partido y Democracia, los miembros de partidos políticos son sus recursos humanos fundamentales. Su importancia va mucho más allá de cualquier actividad que realicen. Aunque se identifica a un partido por su liderazgo y por los mensajes que emite, solo el nivel de las bases (el partido sobre el terreno) tiene capacidad de legitimación.

Sin embargo, las élites partidarias utilizan a las bases como burros de carga, sobre todo, durante las campañas electorales, en las cuales cumplen la laboriosa tarea de llevar a los electores a las urnas a ejercer el sufragio y de defender el voto en los colegios electorales.

A pesar de esto, las bases de los partidos no cuentan a la hora de la cosecha del poder. En ese momento, distante de las siguientes elecciones, las élites partidarias no sientan preocupación por los militantes.

Motivado por lo anterior, es innegable que los militantes, desde hace mucho tiempo, han empezado a escasear, como lo comprueba el hecho de que las estructuras de los partidos están conformadas, principalmente, por dirigentes intermedios, medios y altos.

Todo esto genera descontento y provoca que los militantes se alejen, cada vez más, de los partidos, los cuales, en los hechos, sustituyen a los militantes por dirigentes y, durante las elecciones, se auxilian de simpatizantes que sustituyen a los militantes.

Hasta la crisis de los militantes, para pertenecer a un partido era necesario cumplir con una serie de requisitos, que ahora no se exigen, tales como asistir a las reuniones, pagar cuotas regulares para el sostenimiento del partido, etc.
Refiriéndose a la marginación del partido de los afiliados, los politólogos Richard S. Katz y Peter Mair, en su estudio sobre la Supremacía del partido en las instituciones públicas, sostienen que “los principales partidos se han transformado simplemente en meros partidos en las instituciones públicas y que las otras dos caras del partido se están difuminando”, para a seguidas agregar: “Los líderes se han convertido en el partido; el partido se ha convertido en los líderes”.

Hace mucho tiempo que los militantes dejaron de existir, una prueba de ello es que los comités de base solo se encuentran en los inflados padrones de los partidos.