Reportajes

Talleres Roban espacio a la gente al ocupar calles y aceras

Talleres Roban espacio a la gente al ocupar calles y aceras

La proliferación en las calzadas y en las aceras de talleres de mecánica, de electrodomésticos, de herrería y ebanistería ha convertido importantes zonas de la ciudad de Santo Domingo en un pandemonio intransitable.

El robo de los espacios públicos afecta por igual a conductores de vehículos y peatones.

En las tardes, y hasta la madrugada, muchas aceras de la ciudad se convierten en bares, porque los colmadones en cada esquina las utilizan para colocar sus grandes bocinas, sillas y mesas para llenarlas de clientes.

Calles y avenidas de sectores como Cristo Rey, ensanche La Fe, Villas Agrícolas, ensanche Luperón, Villa María, María Auxiliadora, Villa Francisca, San Carlos fueron arrabalizadas por propietarios de ferreterías, madereras, fantasías y venduteros de frutas y vegetales.

Vías de amplia circulación como las avenidas Duarte, José Martí, Juan Evangelista Jiménez, Barahona, Francisco Henríquez y Carvajal, Concepción Bona, están totalmente arrabalizadas.

Como consecuencia, el tránsito sigue siendo infernal y peligroso en las calles de la capital, mientras los ciudadanos siguen insistiendo en la necesidad de poner correctivos al problema.

4_Actualidad_06_1,p04Los transeúntes deben abandonar las aceras, exponiéndose a ser atropellados y a los vehículos apenas les dejan un trecho por donde transitar.

Es común ver niños que van a las escuelas, ancianos y hasta minusválidos, compelidos a caminar por las calzadas, porque las aceras las ocupan conductores desaprensivos, con la complicidad indirecta de las autoridades que se hacen de la “vista gorda”.

En la calle María Montez casi esquina Américo Lugo, por ejemplo, ante la mirada indiferente de las autoridades, fue instalada una carpa para laminar vehículos e instalar equipos de música.

Esa carpa ocupa la acera y más de un carril de la calzada.
“Esta ciudad se ha convertido en un taller de mecánica”, dijo un transeúnte haciendo referencia a la gran cantidad de negocios de ese tipo que utilizan los espacios públicos para realizar sus operaciones.

En la avenida Nicolás de Ovando, que se extiende desde el barrio Cristo Rey hasta el Simón Bolívar, posee tramos que deben avergonzar a las autoridades municipales y del transporte.

En esa vía hay más de 20 talleres de reparación de vehículos, neveras y estufas y puestos de gomeros, instalados en las aceras.

El punto de mayor dificultad está en la avenida Nicolás de Ovando a esquina Máximo Gómez donde más de medio centenar de comerciantes se apropió de las aceras e instalaron allí sus negocios.

En esa esquina hay sobre las aceras colmados, tiendas de prendas de vestir, puestos de venta de frutas, de lentes, relojes, celulares y otros objetos.

En los barrios Villa Consuelo y Villa Francisca las aceras prácticamente no existen debido a que centenares de tiendas las han ocupado con el consentimiento del Cabildo del Distrito Nacional para exhibir sus mercancías. Han convertido esa parte de la ciudad en un arrabal.

La calle París

Por más medidas que han anunciado, las autoridades siguen permitiendo que los buhoneros de la París operen en medio de las aceras y múltiples tiendas a cielo abierto en plena vía pública.

Cientos de vendedores de ropa, zapatos, comestibles, productos agropecuarios, celulares, animales y otras mercancías se instalaron en la céntrica vía, convirtiéndola en un “verdadero infierno” para el tránsito de vehículos y peatones.

En cualquier lugar de la vía funciona una cocina ambulante con los más variados tipos de alimentos, preparados en condiciones antihigiénicas inimaginables.

Otros espacios públicos que no escapan a la agresión son las áreas verdes y las isletas de algunas avenidas.
En el kilómetro 9 de la autopista Duarte, por ejemplo, los buhoneros,

y choferes de guaguas y carros del transporte público no respetan ese espacio.

Las empresas constructoras de edificios de apartamentos y casas individuales se han apoderado de las aceras y hasta de algunos carriles de las calzadas. Éstas depositan en la calle arena, blocks, cemento y varillas.

Leyes

Usar los espacios públicos para provecho de particulares está prohibido pero los cabildos se hacen de la vista gorda y no tratan de regular el problema.

En su artículo 8 de la Ley 6232, sobre Planificación Urbana, establece que para cambiar el uso de la propiedad urbana, desde la construcción de una vivienda, la instalación de un establecimiento comercial o una industria, hasta el cambio de actividad de una residencia, se requiere la aprobación previa de la Dirección de Planeamiento Urbano del Ayuntamiento correspondiente.

4_Actualidad_06_1,p02~(1)Ley 64-00, sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales, promulgada en el 2000, asigna autoridad a los ayuntamientos para actuar en todos los problemas relacionados con el medio ambiente dentro de sus respectivas jurisdicciones.

Faculta a los ayuntamientos a crear un organismo especializado para darle seguimiento a los diversos problemas relacionados con la conservación y regulación del medio ambiente, entre ellos, los ruidos ofensivos, la contaminación visual, la atmosférica, la degradación de los ríos y el manejo adecuado de los desechos sólidos, incluyendo los tóxicos.

Los artículos 46,47 y 48, la Ley General de Salud, promulgada en el 2001, trazan pautas sobre la problemática de los desechos sólidos, mientras que en el artículo 49 aborda el tema de la contaminación atmosférica. En los artículos 54, 55 y 56 trata sobre la higiene y la salud en materia de urbanización y construcción de edificios.

El artículo 83 de la Ley 241-67, sobre Tránsito Terrestre prohíbe el estacionamiento de vehículos en la vía pública “para el negocio de venta, anuncio, demostración o arrendamiento de vehículos, o con el propósito de engrasar o reparar dicho vehículo, excepto una reparación de emergencia”.

El artículo 88 indica que “nadie podrá parar, detener o estacionar un vehículo o dejarlo abandonado en las vías públicas, en forma tal que se estorbe u obstruya el libre tránsito o cuando por circunstancia excepcionales se hiciere difícil el fluir del mismo”.

Un apunte

Ni los sectores residenciales se escapan

En los sectores residenciales las empresas constructoras de edificios de apartamentos y casas individuales se han apoderado de las aceras y hasta de algunos carriles de calzadas.

Los equipos de construcción como grúas, palas mecánicas, camiones y retroexcavadoras obstruyen el tránsito y provocan taponamientos en el tráfico.

Los responsables de levantar esas edificaciones depositan en la calle arena, blocks, cemento, varillas y otros materiales de construcción que obstaculizan el libre tránsito de peatones y automovilistas.

En las tardes y hasta la madrugada muchas aceras de la ciudad se convierten en bares, porque los colmadones en cada esquina las utilizan para colocar sus grandes bocinas, sillas y mesas para llenarlas de clientes.

Pilar Moreno

Periodista de vasta experiencia en el periodismo educativo y político