El presidente Luis Abinader resaltó ayer que no se registra ningún caso de personas hospitalizadas por covid-19 que recibieron la tercera dosis y que solo un 0.1% ha dado positivo, pero asintomático al virus, por lo que afirmó que la inoculación de refuerzo ha salvado muchas vidas.
Los señalamientos del mandatario sobre la necesidad de que la población complete las tres dosis de vacuna resultan oportunos porque representaría la mejor vía para evitar un indeseado brote pandémico.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no se opone a la aplicación de una tercera vacuna, pero ha pedido posponer ese programa para permitir que al menos el 10 % de la población mundial logre alcanzar una segunda dosis.
Es claro que el mensaje de la OMS está dirigido a países de renta alta y empresas que controlan el suministro mundial de vacunas que han acaparado el 80 % de los cuatro mil millones de dosis aplicadas, a pesar de que representan menos del 50 % de la población mundial.
Tal y como recordó el presidente Abinader, República Dominicana fue el tercer país del mundo en convocar a sus ciudadanos a una inoculación de refuerzo, aunque para lograr ese propósito se requiere haberse inyectado dos dosis a lo que no ha obtemperado más de la mitad de la población adulta.
La tercera dosis se aplica ya en Israel, Rusia y ha sido aprobada en Francia, Alemania, Uruguay, Reino Unido y Emiratos Árabes, mientras en Estados Unidos comenzaría en personas en situación de vulnerabilidad al padecer enfermedades como diabetes, cáncer, hipertensión, entre otras.
Si bien es cierto que el país figura entre los que presentan bajos índices en positividad, letalidad e internamiento, no debería olvidarse que en esa situación han estado naciones como Estados Unidos y Reino Unido, que luego han sufrido rebrotes o afectación de nuevas variantes del virus.
A partir de lo expresado por el Presidente sobre la conveniencia de inyectarse tres dosis contra el coronavirus, y en razón de que se dispone de las vacunas necesarias, de nuevo se exhorta a la población a vacunarse contra una pandemia que ha cobrado la vida de más de cuatro millones de personas en el mundo.