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Héctor García

Los recursos de Tokio y Cali


Noto en el contexto general que no se ha dilucidado el tema del
mejor criterio para las erogaciones de fondos a las federaciones deportivas nacionales.

El tema conlleva a una fiscalización de los resultados en contraste con la planificación y meta a lograr en eventos, según las proyecciones de sus técnicos y federados.
Esto parece que no se ha hecho bien, por lo que está en boga dentro de los corrillos olímpicos y de manera candente.

El Ministerio de Deportes y Recreación entregó al Comité Olímpico Dominicano para los Juegos Olímpicos de Tokio y los Panamericanos Juveniles de Cali, la suma total a invertir.

Algunos dirigentes federados protestan por la forma en que distribuyeron, otros porque no los tuvieron en cuenta.

Lo que sí ha quedado claro es que el dogma del clientelismo no ha desaparecido del movimiento olímpico, y personas que critican esta práctica, la usan con subterfugio para lograr sus objetivos a futuro.

A raíz de esta situación me queda claro, el por qué de la exclusión de personas como Tony Mesa, con quien había que discutir las propuestas de manera objetiva.

Pienso que si él estuviera ahí, no estaría ocurriendo que deportes y atletas con muy malos resultados, inclusive, a nivel centroamericano, estuvieran optando por una clasificación olímpica, restando financiamiento a los que tienen mayores posibilidades.

La eficiencia en el financiamiento del deporte tiene mucha relación
con los resultados y en la actualidad darle seguimiento a ese indicador no es difícil porque ya no se pueden inventar proyecciones.

Las proyecciones tienen un carácter científico y técnico, pero si el objetivo es quedar bien con todos los que votan, los presupuestos nunca darán.

En tal sentido, aconsejo a los directivos del Comité Olímpico Dominicano y del Ministerio de Deportes que analicen la orientación de la distribución del presupuesto para Tokio y Cali en función de rendimiento, no de fomento, no de compromisos políticos, o de votos, en esencia: no al clientelismo y de seguro el dinero alcanzará.

El ministro Francisco Camacho cumplió, ahora Antonio Acosta y su Comité Ejecutivo deben ser cuidadosos y eficientes, pero si tienen dificultades, llamen a los que saben y han hecho ese trabajo con eficiencia, eficacia, objetividad y así ganamos todos.

Por. Héctor García
hectorgarciasr@gmail.com

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