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Héctor García

¡Sin injusticias!

La Alianza Dominicana Contra la Corrupción (ADOCCO), lo hizo muy bien con denunciar ante la justicia, lo que ellos entienden violaciones que podrían suponer actos de corrupción en los trabajos de remodelación del estadio Quisqueya, Juan Marichal. Esa es su labor.
Pero ocurre, que tras investigaciones realizadas, hemos contactado
que las personas señaladas en la denuncia, Francisco Camacho, ministro de Deportes y Miguel Ángel Fernández, Presidente del Patronato de Administración y Cuidado del Estado Quisqueya, no han estado envueltos directamente en los trabajos de la instalación.
Toda mi vida me he caracterizado como periodista, en investigar antes de fijar posición sobre cualquier acontecimiento, pues siempre he apostado a la justicia
como norma de vida.

Como esta sociedad se ha puesto tan difícil, debo decir que nunca he conversado con Miguel Ángel Fernández y tengo dos décadas que no comparto con el ministro de Deportes Francisco Camcho, pero eso no es motivo para que reconozca que estamos ante una acusación que se caerá por infundada, de acuerdo a lo investigado.

Indagué y el Estado dominicano solo ha desembolsado para esa obra: 22 millones de pesos que entregó al Ministerio de Deportes para canalizar su entrega al Patronato del Estadio Quisqueya Juan Marichal, quien tiene la responsabilidad que le asigna el decreto de su creación.

Al propio tiempo se creó un Comité integrado por el viceministro de Deportes, Franklin de la Mota y el Comisionado Nacional de Béisbol, Junior Noboa Díaz, quienes asumen la responsabilidad de manejar una cuenta en el Banco de Reservas, para ir honrando los trabajos realizados en el estadio Quisqueya.

O sea, todavía no hay tiempo para emitir juicios de valor sobre posibles malos manejos.
Los dos jóvenes funcionarios son personas de ‘pelo en pecho’ y provienen de familias pobres, pero honestas y además, ligadas al deporte toda su vida.

El país debe confiar en ellos, como lo han hecho el ministro Francisco Camacho y Miguel Ángel Fernández.
Recorrí hace un par de días el estadio Quisqueya, Juan Marichal y los trabajos que se realizan, avanzan a ritmo acelerado.

¿En qué se ha fallado? pues en que los departamentos de Comunicación, llamados en dar todos los detalles de cómo se está llevando a cabo la inversión, no han asumido ese rol a cabalidad y existe una falta de comunicación total.

De seguro que desde ahora en adelante, los funcionarios que manejan esos fondos públicos, se cuidarán de llenar todos los requisitos de ley con los organismos del Estado, que continuarán erogando fondos para el pago de
cubicaciones y su posterior liquidación.

A veces es bueno que ocurran las cosas, porque ahora, los más beneficiados de las aclaraciones hechas, son el ministro Francisco Camacho y Miguel Ángel Fernández.

De mi parte, aunque a muchos les cause extrañeza esta posición: al
César lo del César y sé justo lo primero si queréis ser felices.

Por: Héctor García
hectorgarciasr@gmail.com

El Nacional

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