Según la Organización Internacional del Trabajo el desempleo en la mayoría de los países de América Latina ha descendido en los últimos tres años, excepto República Dominicana, donde a pesar de los anuncios del Gobierno sobre un supuesto crecimiento económico cada día la gente tiene menos oportunidades. 31,2% de los dominicanos no tiene un empleo fijo.
De acuerdo al Banco Central, que tiene una forma extraña de los índices de precios y la pobreza, la tasa de desempleo entre los jóvenes en edades de entre 15 y 24 años subió el pasado año de 13,4% a 15,8%, superior a la media en la región.
Sin ánimo de justificar la delincuencia, un país donde la mayoría de sus jóvenes no tienen esperanza de empleo, (dice el Banco Central que 300 mil están desempleados), la realidad es que las mismas autoridades no les dejan otro camino.
Para que veamos que no todo lo que se dice aquí es cierto, en el 2019 Chile detenía sólo el 8,5% de sus jóvenes sin empleos, lo que fue reducido al 7,3% el pasado año.
Ecuador pasó de una tasa de desempleo de 8,1% al 6,3%. Panamá
Entre los países que lideraron la reducción del desempleo en 2019, año de crecimiento para la economía latinoamericana, figuran Chile (del 8,5% en 2010 al 7,3% en 2011), Ecuador (del 8,1% al 6,3%) y Panamá (del 6,5% al 4,5%), según los datos de la media de los primeros 10 meses de cada año.
También se destacaron Argentina (del 7,8% al 7,3%), Brasil (del 7% al 6,2%), Colombia (del 12,1% al 11,3%, y Uruguay (del 6,8% al 6,1%).
En otros, directamente ha crecido el desempleo, como en Costa Rica (del 7,3% en 2019 al 7,7% en 2021) y República Dominicana (del 5% al 5,6%), en el mismo período.
La tendencia a la disminución del desempleo latinoamericano podría estancarse en 2022, cuando se prevé que habrá una desaceleración del crecimiento económico regional, y la tasa podría permanecer este año en el 6,8%, según la OIT.
La evolución de la tasa de desempleo debe servirnos de base para avanzar en forma más decidida hacia mercados laborales que generen no sólo más empleo, sino mejores empleos.
El desempleo urbano de los jóvenes de 15 a 24 años es mucho mayor que el que afecta al total de la población: alcanza al 14,9%.