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Tras el volante

Tras el volante

Kimberly Taveras

Reflexiones sobre la clase choferil y la necesidad de garantizar sus derechos

Los chóferes de las diferentes rutas de carros usados para transporte colectivo son una parte integral de la vida cotidiana en República Dominicana.

Los chóferes de las diferentes rutas de carros usados para transporte colectivo en República Dominicana a menudo son descalificados o tildados de imprudentes, e incluso de antisociales.

Sin embargo, estas generalizaciones ignoran las complejidades y desafíos que enfrenta esta clase trabajadora. Desde niña, recuerdo cómo mi madre y otras madres del barrio confiaban en la ruta 22/28 para enviarnos al colegio San Antonio de Padua en Los Alcarrizos. Aquella experiencia me permitió ver más allá de las carreteras y comprender la importancia del transporte colectivo.

Los chóferes dedican su vida a esta labor, no solo para mantener a sus familias, sino también para contribuir a la educación de sus hijos, muchos incluso hasta el nivel universitario. Sin embargo, al llegar al ocaso de sus vidas, muchos de estos chóferes enfrentan enfermedades y aflicciones producto de una vida de esfuerzo, sin contar con un seguro médico adecuado o una pensión que les garantice una vejez digna.

La realidad de trabajar en condiciones laborales deplorables, sin oportunidades de mejora ni financiamiento, y siendo objeto de discriminación tanto por la clase política como por la ciudadanía, es una carga que soportan a diario.

Para garantizar los derechos de esta clase trabajadora, podemos mirar hacia modelos internacionales que han logrado avances significativos en la dignificación de la clase choferil. Por ejemplo, en Puerto Rico, el Programa de Seguro Social para Choferes ofrece beneficios como pensiones por enfermedad, incapacidad, y muerte, así como bonificaciones para choferes mayores de 65 años, estableciendo un marco de protección y reconocimiento para los profesionales del volante.

Es esencial que en República Dominicana se tomen medidas similares para asegurar que los chóferes de transporte colectivo reciban el respeto y la protección que merecen. Esto incluye garantizar condiciones laborales justas, acceso a seguros médicos y sistemas de pensiones, así como oportunidades de financiamiento y capacitación que les permitan mantener sus vehículos en buenas condiciones y ofrecer un servicio seguro y digno.

Los chóferes de transporte colectivo son una parte vital de nuestra sociedad. Reconocer sus derechos y abogar por su bienestar no es solo un acto de justicia, sino también un paso hacia la construcción de una sociedad más inclusiva y equitativa.

Es hora de cambiar la narrativa y valorar la contribución de estos trabajadores al desarrollo y la movilidad de nuestro país. Abogar por sus derechos y mejorar sus condiciones laborales es un compromiso que debemos asumir como sociedad para avanzar hacia un futuro más justo y equitativo para todos.

Por: Kimberly Taveras

kimberly.taveras@gmail.com

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