Con las crecientes protestas sociales y la expansión del coronavirus en Estados Unidos, el presidente Donald Trump se ha visto compelido a utilizar un tono más conciliatorio frente a los problemas que acorralan su gestión. Consciente de la estrepitosa caída de sus niveles de aceptación no ha tenido más que moderar la soberbia que caracterizaba sus reacciones. Después de burlarse del coronavirus la realidad lo ha llevado a reconocer que la pandemia puede empeorar e incluso exhortó a la población que lleve tapabocas. La desventaja con que corre en las encuestas para las elecciones de noviembre próximo ha incidido, sin duda, en el cambio de actitud que ha observado el controversial mandatario estadounidense. Estados Unidos, que por su desarrollo tecnológico se suponía blindado frente a la crisis sanitaria lidera el número de muertes en el mundo a causa del virus con más de 144 mil y de afectados con más de cuatro millones. Como la verdad es tan dura de ver, a Trump no le ha quedado más que aceptar la realidad, sometiéndose al protocolo sanitario que se aplica en todos los países en la lucha contra el coronavirus.
El Nacional
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