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Turismo negro una modalidad que tímidamente empieza a sentirse en RD

Turismo negro una modalidad que tímidamente empieza a sentirse en RD

En algunos de los recorridos propio de mi trabajo, ya que soy editor fotográfico de este diario, he tenido que trasladarme a lugares  inhóspitos como  el vertedero de Duquesa, los sectores en las riberas del Ozama, y uno que otro bateyes en Barahona, y ha llamado sobremanera mi atención ver turistas haciendo fotos en estos lugares donde la pobreza extrema, la contaminación y la  inseguridad social son el común denominador.

Al parecer esto no es nuevo, es una modalidad variante del turismo tradicional, es el denominado “Turismo negro o morbo”, otros también lo definen como “Turismo real”.

Aunque no hay una historia claramente definida de cómo, cuándo y dónde comienza a usarse este término de “Turismo negro”, su aplicación posiblemente tenga sus orígenes en Europa, en los países de tradiciones y leyendas violentas. Hoy en día en muchas de estas naciones los paquetes turísticos ofrecen viajes con emociones fuertes (nada que ver con deportes extremos).

Recorridos por las viejas calles de Whitechapel, el barrio Londinense, donde según los servicios turísticos  en tiempos legendarios sus vías estaban inundadas de sangre, por ser los lugares en donde alguna vez Jack El Destripador (el asesino serial mas famoso de la historia) cometió sus  crímenes, a finales del 1880.

También se ofrecen tours a un  castillo de Rumania donde cuenta la leyenda vivió el conde Drácula (un vampiro), a los Campos de concentración de Auschwitz, en Polonia en donde durante la Segunda Guerra Mundial murieron miles de hombres, mujeres, ancianos y niños tomados como prisioneros por los nazis. Viajes a la planta nuclear de Chernóbil, donde ocurrió un desastre nuclear en 1986, en Rusia, estos son solo algunos de los sitios a visitar.

A esta clase de turismo que es la  moda en materia de diversión. Visitar lugares donde se  vivió y se  vive la miseria en carne propia, zonas devastadas, ver cómo se muere la gente de enfermedades, a esto es que se llama turismo real o Turismo Negro.

Pero esto no se detiene ahí, según informaciones divulgadas en la Internet, por algunos diarios digitales, México es uno de los principales destinos de  esta modalidad turística, con unas variantes muy particulares.

En una entrevista a EFE, Alejandro Desfassiaux, presidente de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial (GMSI) explicó que el “turismo negro”, surgió en México casi de manera imperceptible a fines de la pasada década, cuando extranjeros de 35 años de promedio y con alta capacidad económica comenzaron a pedir recorridos inusuales a lugares donde hubo una masacre”.

Pero quizás lo que más han contribuido a que esta forma de turismo se desarrolle son los llamados “spring break” (jóvenes que buscan diversión sin límites en sus vacaciones de primavera) norteamericanos y europeos, que visitan la frontera norte y las playas mexicanas en busca de los llamados tours peligrosos.

Viaje a lugares como el pueblo fantasma de Tierras Coloradas, en las montañas del estado mexicano de Durango, una localidad quemada por el cartel de Sinaloa, por la muerte de uno de sus líderes.

A lugares de alto riesgo por ser dominada por los cárteles de la drogas, en donde diariamente ocurren matanzas y descuartizamientos por su alto índice de narcoviolencia o hasta lugares entre la frontera de Estados Unidos y México donde la guerra entre inmigrantes y policías fronterizo es algo cotidiano, son parte de los paquetes que se ofertan.

“Se piden incluso fotografías de impacto de bala y hasta rastros de lucha entre cárteles. Se trata de visitantes muy particulares”, agregó Desfassiaux.

A principio de año durante de la Feria Internacional de Turismo (FITUR 2011) celebrada en Madrid, respondiendo pregunta a un medio la secretaria de Turismo de México, Gloria Guevara, afirmó que, a pesar de la violencia generada por el crimen organizado las visitas a México se han incrementado y las inversiones también.

Para muchos el turismo negro era la única explicación.

 Entre 950 y 750 dólares es el costo por el cual se ofrecen estos tours (pasaje de avión no incluido) y visitas a las comunidades indígenas más apartadas para ver cómo viven y cómo se rigen estas personas.

UN APUNTE

Turismo

Son todos aquellos viajes que realizamos por los placeres mismos de viajar, de conocer, de hospedarse de experimentar algo nuevo, etc. en lugares geográficos no habituales a lo que habitamos regularmente.

El Nacional

La Voz de Todos