Donald Trump,
Expresidente de Estados Unidos.-
Por más ridícula que parezca la acusación, el proceso judicial que ha de enfrentar por su supuesta relación con una actriz porno es un duro golpe para su imagen y para sus aspiraciones de retornar a la Casa Blanca. Aunque resulte absuelto. Sus propios rivales republicanos serán los primeros en señalarle la mancha.
Sergio Moya,
Diputado PRM.-
Podría criticársele la demora, pero hizo bien en dar la cara, cuatro días después, sobre la imputación de delatores premiados en la supuesta extorsión a bancas ilegales. No solo negó la acusación, sino que declaró que renunciará a su curul si le demuestran su participación en el escándalo de corrupción. Como el proceso no ha comenzado hay que esperar su desarrollo.
Papa Francisco,
Jefe del Vaticano.-
Tranquiliza el acelerado proceso de recuperación de que se ha dado cuenta tras su ingreso en un hospital por un problema respiratorio. Feligreses y gente que valora sus prédicas cristianas han orado por su salud. Entre sus muchos méritos se cita su loable esfuerzo de poner la Iglesia al servicio de los pobres.