LA HABANA, CUBA.- Con un equipo en plena reestructuración y sin sus estrellas de antaño, Cuba llegará al Clásico Mundial de Béisbol con la discreta aspiración de pasar la primera ronda que jugará en Tokio.
La novena cubana, representada por el campeón Granma pero con un plantel reforzado y similar a la selección que disputará el Clásico, se fogueó en la reciente Serie del Caribe en la que alcanzó las semifinales.
«Nos sirvió de preámbulo para el Clásico», consideró el manager de Cuba, Carlos Martí, quien advirtió que el nivel en el Clásico será superior y «la expectativa de Cuba es tratar de pasar a la segunda».
Cuba está en el Grupo B, junto con Australia, China y Japón. El plantel es encabezado por el jardinero Alfredo Despaigne, que acaba de firmar por unos 11 millones de dólares y tres años con el equipo Fukuoka Softbank Hawks de la liga japonesa, el contrato más lucrativo para un pelotero cubano que permanece en la isla.
Pero Cuba no contará con hombres que le hubieran permitido soñar en grande, como José Abreu, Yasmani Tomás, Yoenis Céspedes, Yasiel Puig, Yulieski Gurriel o Aroldis Chapman, por mencionar algunos de los que brillan en Grandes Ligas.
Los antillanos debutarán el 7 de marzo en Tokio ante el local Japón, al día siguiente se medirán a China y el 9 a Australia.
Martí consideró «clave» el juego con Australia, «un equipo que nos ha jugado siempre bien», según explicó, en tanto auguró un partido «parejo» frente a Japón.
Cuba perdió la final del primer Clásico Mundial en 2006 ante Japón, pero terminó sexta y quinta en las dos ediciones siguientes.
Los bates
Despaigne, cuarto bate en la alineación, no estará en suelo desconocido en Japón, pues se destacó el año pasado con los Marines de Chiba Lotte, con los que bateó para .280, con 24 jonrones y 92 carreras impulsadas en 134 partidos.
No me siento todavía al ciento por ciento de mis posibilidades, pero me queda tiempo para ajustar», afirmó Despaigne a mediados de febrero tras un entrenamiento en el estadio Latinoamericano de La Habana.
«El equipo tiene buen ánimo, voy para tierras conocidas donde espero tener buenos resultados», aseguró el toletero de 30 años, que en el último Clásico conectó para .389, con tres cuadrangulares y ocho remolcadas.
Los bateadores cubanos deberán superar el problema que les causan los lanzadores zurdos, como lo demostraron en la recién finalizada Serie del Caribe cuando los zurdos mexicanos silenciaron a los antillanos en las semifinales. Además destacan a la ofensiva, Frederich Cepeda, ambidiestro de 37 años con experiencia en los tres primeros Clásico, el inicialista Willian Saavedra y el antesalista Jefferson Delgado.
Otro a tener en cuenta es Yoelkis Céspedes, jardinero derecho de 19 años y el hermano menor de Yoenis Céspedes, figura con los Mets de Nueva York.
El joven Céspedes, campeón nacional con Granma, afirmó que la comparación con su hermano mayor le resulta «una presión adicional», pero es también «algo que me da fuerza para ser como él, y hacerme un nombre para que cuando quieran hablar conmigo busquen a Yoelkis y no al hermano de Yoenis».
Los brazos
Cuba tiene un pitcheo sólido, con buen control pero sin tanta velocidad, que brilló en la Serie del Caribe con el as de la rotación, Lázaro Blanco.
El derecho de 30 años permitió una carrera en 13 entradas y terminó con una victoria y una derrota en el torneo caribeño. En el campeonato regular cubano tuvo balance de 14-3 y efectividad de 1.63.
Otros abridores son Vladimir García, experimentado derecho de 34 años, un pitcher de recursos con velocidad de hasta 96 millas aunque tiene problemas con el control, y Vladimir Baños, derecho de 33 años, con recta de 90 millas y slider bien colocada.
Entre los jóvenes destacan el cerrador zurdo Livan Moinelo, de 21 años, y el derecho Raidel Martínez, de 20 años.
Frank Camilo Morejón, un receptor de 30 años con buen brazo, al que resulta difícil robarle bases, conoce al dedo a sus lanzadores que conduce con maestría.
«No disponemos de lanzadores con gran velocidad, oscilan entre 93 y 94 millas, pero saben hacer su trabajo, tienen control y responden en los grandes momentos», comentó Morejón.
La defensa
Cuba no tiene una defensa tan segura como antaño, como quedó en evidencia en la Serie del Caribe, donde un error del tercera base Yunior Paumier permitió la única carrera de México en las semifinales.
Otro tanto sucedió en un partido amistoso frente a Corea del Sur, cuando Cuba cometió tres errores para perder 6-1.
La fuerza de Cuba a la defensa es su receptor Frank Camilo Morejón, un maestro a la hora de dirigir el pitcheo y además un hombre al que resulta muy difícil robarle base.
El manager
A la edad en que muchos se despiden, Carlos Martí, de 67 años, se estrenará por primera vez en un gran torneo internacional al frente de la selección de Cuba. También dirigió en la Serie del Caribe, y se ganó el puesto al vencer en el campeonato nacional con el equipo Granma.
Los aficionados coinciden en que Martí «le devolvió la sonrisa, la soltura, la alegría y las ganas de jugar» a los peloteros cubanos, resumió el aficionado Ernesto Salcedo de 19 años.
Para Martí, no disponer de las estrellas de antaño no es un problema, porque «estos muchachos saldrán motivados a mostrar su talento, y forman un conjunto armonioso, con buena química y buen espíritu como lo vimos en la Serie del Caribe».