Carta de los Lectores Opinión

Unidad de izquierda

Unidad de izquierda

La situación actual de la izquierda es el resultado, además del agresivo y sanguinario del enemigo, de las decisiones y acciones tomadas en las últimas tres o cuatro décadas por los líderes del movimiento. Estos resultados demuestran, con claridad, que no hemos cumplido con la responsabilidad que nos dejaron nuestros mártires y nuestros héroes.
Bajo nuestra tutoría, la influencia de la izquierda en el movimiento obrero y el campesino ha llegado a su punto mínimo, y en igual proporción, se ha reducido su relevancia en el seno del pueblo.

La izquierda no ha evolucionado, no se ha desarrollado, no ha crecido en número ni en capacidad de convocatoria y, como es natural, tampoco ha aumentado su poder de influencia en la vida pública nacional. En la actualidad, me atrevo a indicar que la membresía de las organizaciones de Izquierda está en su punto más bajo desde los 80. Sólo hemos crecido en el número de siglas.

En estas condiciones, el gobierno y el poder no se ganan con unidad. Se ganan con organización, trabajando con ahínco, adaptando los planes a los tiempos modernos, usando estrategias y tácticas actualizadas, asignándoles tareas con objetivos claros y factibles a todos los miembros del Partido, descentralizando la decisión de acción, cumpliendo con las líneas de tiempo asignadas, apoyando a los responsables de ejecutar las tareas, evaluando las acciones y sus resultados y, reconociendo y promoviendo a los miembros que hacen más de lo esperado.

Sin este nivel de organización, sin esa capacidad de trabajo, sin esos objetivos claros, sin esas líneas de tiempo y sin ese entusiasmo, se pueden unir todas las organizaciones de izquierda y progresistas, todas las de centro izquierda y las de centro derecha que se encuentran fuera de los partidos tradicionales y, el día después de las elecciones, al contar los votos, el resultado volverá a mostrar que el ganador fue la abstención y que la Izquierda y sus aliados no llegaron ni a un total 100,000 votos.

Sí, la unidad puede agilizar el proceso acortando el tiempo necesario para ganar la presidencia pero, sólo si los que se unen cambian sus estrategias y sus obsoletas tácticas, sólo si se sustituye el modo de hacer política con uno que le abra las puertas a la modernidad del presente, como las mencionadas arriba.

Hay voces que están conscientes de que la unidad, por sí sola, no es suficiente y están listos para, además de un referente unitario, proponer un cambio, casi radical, en la forma de hacer política desde la izquierda.

Por: Felipe Lora Longo

El Nacional

La Voz de Todos