MIAMI, Florida – El salvamento de cuatro outs de César Valdez se cumplió gracias al excelente trabajo de Adam Plutko, Tanner Scott y Paul Fry, lo que le dio a los Orioles su séptima victoria como visitantes en 10 intentos esta temporada.

Están 1-6 en casa, donde Valdez solo ha aparecido dos veces. El derecho de lanzamiento suave ahora tiene 4 de 5 en oportunidades de salvamento este año, con una efectividad de 0.96 en ocho apariciones.

En 9.1 episodios, el derecho dominicano ha permitido 7 hits, 1 carrera limpia y un boleto gratis junto a 10 ponches. En su labor de este martes, realizó 16 lanzamientos de los cuales 12 fueron strikes.

Valdez entró a lanzar en el octavo con un corredor en primera y dos outs y abanicó a Jesús Aguilar en la cuenta de 1-2. En el noveno, ponchó a Adam Duvall abanicando en 2-2, dominó a Brian Anderson en rodado al inicialista Trey Mancini en cuenta de 1-1 y cerró ponchando a Pablo López con tres lanzamientos.

“Es el mejor”, dijo Mancini. “Me encanta cada vez que lo veo venir del bullpen. No es tu cerrador convencional, pero eso no importa en absoluto. Todo eso se va por la ventana cuando obtienes resultados. Hace que muchos muchachos se vean bastante tontos allí”.

Quizás sea apropiado que haya sido Valdez, un trotamundos de 36 años que fue firmado de la Liga Mexicana y prospera completamente con la astucia, quien cerrara la victoria histórica de Brian Harvey. Son la antítesis el uno del otro, tanto en términos de trayectorias profesionales como de cómo tuvieron éxito en su mejor momento.

Harvey era un fenómeno, en la cima del mundo del béisbol a los 23 años, todos esos años atrás con los Metros. Valdez tomó una taza de café a los 25, pasó siete años tratando de regresar a las Grandes Ligas, luego tres más lanzando internacionalmente antes de regresar nuevamente.

Harvey es un ex lanzador de poder que intenta, a los 32 años, reinventarse a sí mismo con cosas disminuidas. Valdez lanza cambios casi exclusivamente, más lentos que cualquier otro relevista -no importa si es cerrador- en el juego, y es la mejor versión de sí mismo en este momento.

Ambos están en Baltimore en busca de una segunda – ¿tercera? ¿Cuarta? ¿Final? – oportunidad. Y ambos están haciendo algo con ellas.