Panamá, (EFE).- El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, sorprendió este miércoles al país con el anuncio de una consulta para reformar la Constitución actual, que data de 1972, una promesa de su campaña electoral, que luego de cuatro años y seis meses de Gobierno quiere revivir.
En la instalación de la última sesión legislativa del quinquenio iniciado en julio de 2014, el mandatario enumeró los avances que logró concretar, oportunidad que aprovechó también para relanzar la que era una de las promesas más esperadas por la clase política, empresarial y laboral.
Ante los 71 diputados que conforman la Asamblea Nacional (AN-Parlamento), Varela comunicó con una carta en la mano, que le consultaría a los magistrados del Tribunal Electoral (TE) la mejor manera de incluir una quinta papeleta en los comicios generales del 5 de mayo próximo.
Esta sería para aprobar si se convoca o no a una elección de constituyentes para elaborar una nueva Carta Magna. “Que el Pueblo decida si las reformas constitucionales necesarias se hacen a través de una Asamblea constituyente paralela, una originaria o por la vía de reformas tradicionales mediante dos asambleas”, precisó en su discurso Varela.
En la misiva, distribuida a los medios de comunicación, se detalla sobre el llamado de integrar a una Asamblea Constituyente Paralela aplicando al artículo 134 de la Constitución vigente, y con la intención de reemplazar la actual. Además, solicita al TE indicar el mecanismo mas adecuado para convocar la consulta popular.
Ya sea mediante Decreto Ejecutivo, por Resolución del Consejo de Gabinete de los ministros, o en una ley aprobada con anterioridad. El presidente del Tribunal Electoral, Heriberto Araúz, advirtió que para la quinta papeleta previamente el parlamento debe dictar una ley que incluya la financiación de su impresión y que para ello tiene el mes de enero, para no afectar el calendario electoral.
En el acto protocolario el jefe de Estado no dudo en solicitar a los representantes de los órganos del Estado, a los diputados, a las fuerzas políticas, de seguir trabajando, pese a las diferencias.
“No soy ajeno a que la ciudadanía cuestiona fuertemente este órgano legislativo por la forma en que algunos de sus integrantes manejaron los recursos asignados por la ley de presupuesto, espero que en esta legislatura se puedan satisfacer las legítimas demandas ciudadanas de rendición de cuentas y transparencia”, mencionó.
Destacó los proyectos de la renovación de Colón, la Línea 2 del Metro de Panamá, la culminación del nuevo Centro de Convenciones y el Puerto de Cruceros de Amador, así como el combate a la corrupción en el Sistema Judicial.
En cuanto a la economía, el presidente dijo que el país presenta una de las más dinámicas en la región, y es que en 2018 creció un 4,3 por ciento y la proyección hacia 2019 se sitúa en un 6,3 por ciento.
“Creamos las condiciones para atraer más de 20.000 millones de dólares de inversión extranjera y el Estado destinó 21.000 millones de dólares en inversión que incluye proyectos de infraestructura, que generan empleo y mantienen la estabilidad de la economía”, expresó.
Enfatizó en la disminución de los crímenes en su mandato, que se situó en un 37 por ciento o 1.113 homicidios menos en comparación con el quinquenio anterior a cargo del expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014), del que fue vicepresidente.
La sesión estuvo marcada por un fuerte dispositivo de seguridad en los predios de la Asamblea Nacional, lo que llamó la atención y causó malestar de los medios de comunicación y de los propios diputados.
No obstante, el inusual blindaje ejercido por el Servicio de Protección Institucional (SPI, guardia presidencial) fue restringido a exigencia de la presidenta de la cámara legislativa, la opositora Yanibel Abrego, que lo tildó de “exagerado” y “sin coordinación”.
El único incidente en que los miembros de seguridad actuaron fue por una protesta en los predios del Órgano Legislativo, en donde un centenar de jubilados gritaban consignas contra Varela en demanda a las mejoras a sus pensiones.
