Mi mayor tesoro
30 de abril, empiezan las vacaciones en la escuela marina y Nali el cangrejo está listo para muchas aventuras en la arena, pero cuando corre hacia una palmera oye que lo llaman de la playa.
Nali se extraña ya que cuando voltea no ve a nadie y sigue corriendo hacia su palmera y oye esa voz otra vez.
-Oye tú, el cangrejo, aquí, soy yo, el pez.
Voltea y ve un pececillo púrpura con alas doradas.
-Me llamo Nali, Nali el cangrejo, para tu información.
El pececito le contesta –Me llamo Andrea, se te quedó el libro de historia marina.
Nali se da cuenta de que es cierto y corre a buscarlo.
Una vez dentro del agua, Nali ve su libro y se apresura a tomarlo pero una aleta se lo impide y le pregunta- cómo se dice Nali- Nali contesta permiso y la dueña de la aleta responde –no.
Nali, un poco avergonzada, dice gracias e instantáneamente se quitó la aleta.
Nali toma su libro y le pregunta a Andrea el pececito cómo supo de quién era.
Saliste corriendo y se salió de la mochila –dijo.
-Gracias de nuevo – respondió Nali.
-Creo que me pasé un poco
-No te preocupes a todos nos pasa.
Las dos rieron y Nali le dijo- ven a mi casa, mi madre me espera debajo de la palmera.
Andrea respondió-si pudiese salir iría
-se me olvidó que eres un pez, lo siento.
-Por qué no vienes tú a la mía-invitó Andrea.
-Con gusto.
Y se fueron nadando.
Llegaron a un hermoso lugar en el que había una especie de ciudad submarina.
-Es Atlantipez- dijo Andrea, porque Nali no dejaba de verla.
-Debe haber tesoros- dijo Nali.
-No lo sé, nunca he entrado-
Ayy, deberíamos ir- dijo Nali.
-Después de llegar a mi casa y comer un poco- respondió Andrea
Primero hay que comer para explorar- insitió Andrea.
Nali aceptó a regañadientes. Llegaron a casa de Andrea, donde la esperaba su madre, la señora Calipca, que se sorprendió al ver que venía acompañada.
Andrea le presentó a su acompañante, entraron a su casa y le habló a su madre sobre las ganas de Nali de descubrir un tesoro en Atlantipez.
La señora Calipca dijo que hacía muchos años había un gran pirata que conquistó islas y tuvo grandes tesoros, llamado Pata de Palo y que hundió la ciudad para que nadie encontrase los tesoros.
Nali saltó de la emoción y dijo –tal vez encontramos coronas
– Tal vez vestidos-dijo Andrea.
Pero su madre les dijo que eran muy pequeñas para ir ahí pero que se comprometía a cuidarlas. Llegaron al atardecer, había construcciones antiguas y esqueletos pero no pensaron en volver atrás.
Exploraron mucho hasta encontrar un edificio antiguo que tenía forma de calavera y en su interior había algo brillante, así que se apresuraron a entrar y encontraron un baúl cubierto en el que estaba escrito “mi mayor tesoro”. Lo abrieron y para su sorpresa había un oso de peluche con un parche en el ojo y un corazón en el centro.
Andrea y Nali se decepcionaron pero la señora Calipca exclamó que cada quien aprecia lo que tiene y las tres se echaron a reír.
Autora: Nirvana Saviñón