La Isla Montonera
La isla montonera, (1912-1916), RD y Haití en la ruta de la ocupación norteamericana; Pastor Vásquez, 2016; ensayo histórico; 562 páginas, diagramación y portada: Pablo Soler; impresión Somos Artes Gráficas.
Haití, para los dominicanos, es la definición de un problema complejo y de difícil manejo, por las supuestas diferencias prevalecientes entre los dos países.
Pastor Vásquez, decidió no ser un espectador para transformarse en un investigador y divulgador de las profundas raíces y consecuencias que han conformado el complejo panorama en que se encuentran hoy las relaciones bi-nacionales de su preferencia.
Vásquez, desde su ingreso al servicio exterior en 1996, comenzó una labor de investigación a fondo, de recopilación de documentos, con tal certidumbre que su obra Misiones dominicanas en Haití, fue merecedora del Premio Nacional de Historia José Gabriel García.
Este hombre ha procurado una vía, la del cultivo de sus facultades intelectuales, para destacar socialmente y hacer un aporte que es necesario tomar en cuenta al momento de evaluar las conflictivas y muchas veces inentendibles relaciones con Haití.
De la lectura de este volumen, se obtiene la ventajosa perspectiva de una intervención norteamericana que los dominicanos solemos percibir solo en la parte que nos afecta (1916-1924) pero no se nos ocurre que la acontecida antes de ello en Haití, es parte de un mismo concepto intervencionista e imperialista, tal cual estuvo de en moda en esos tiempos.
Resalta la labor de Pastor Vásquez en la compilación y puesta en común de numerosos documentos generados por Estados Unidos con motivo de la intervención, que permite tener una idea de las directrices de los soldados norteamericanos de ocupación, tanto para un país como para el otro y en particular las consideraciones abusivas que implicaban la represión contra quienes se opusieron a la bandera de barras y estrellas en suelo no propio y los telefonemas (cables de órdenes ejecutivas) limitando la libertad de información y opinión de toda persona que intentara manifestarse contra los yanquis en su accionar intervencionista.
Vásquez Arias es un artista textual. Su narración de los hechos es limpia y alejada de la de los géneros periodísticos. Quien escribe ahora, limpia y profundamente, es el narrador de la historia.
El que cuenta los hechos y describe personales con la habilidad del autor de piezas que refieren la historia mediante un largo y profundo esfuerzo de redacción.
Debe cuidar la precisión de su impresión que se torna débil y difusa para reproducir documentos que apenas pueden ser leídos.
Vásquez logra reafirmar sus garras de historiador del pasado reciente de dos países que lleva en su sentimiento nacional y en la mirilla a fondo del investigador que se respeta.
El libro se lee con gusto por la fuerza documental de sus recursos y la acertada redacción de este autor, digno de todo aplauso.
Se vende en Librería Cuesta.
