Opinión

30 de mayo

30 de mayo

El 56 aniversario del ajusticiamiento del sátrapa Rafael Leonidas Trujillo y la decapitación de una tiranía sin ejemplo se conmemora hoy en medio de la conmoción ciudadana por el sometimiento a la justicia de 14 funcionarios, legisladores, empresarios y exservidores públicos acusados de prevaricación.

La acción emprendida por un grupo de conjurados el 30 de mayo de 1961, tuvo como propósito final instaurar la democracia política, para lo era imprescindible la eliminación física del dictador y su régimen de oprobios.

Poco tiempo después, los dominicanos acudieron a las urnas para instaurar un régimen de libertades públicas y derechos ciudadanos, ejercicio democrático que fue malogrado a los siete meses de instaurado el gobierno del presidente Juan Bosch.

Ese magnicidio fue la culminación de muchos episodios de lucha y sacrificio emprendidos por héroes y mártires en procura de derrocar una dictadura de 31 años, en tanto que la eliminación del tirano sembró la semilla de la libertad que ha germinado en los corazones de los dominicanos.

La clase política aun no cumple con las expectativas creadas a partir de uno de los episodios históricos de mayor arraigo en la historia contemporánea, como lo fue el que marcó el fin de la tiranía de Trujillo, porque aun la población padece flagelos heredados de esos años de terror y oscuridad.

El escándalo de Odebrecht ha sido el expediente que desbordó la indignación ciudadana ante sucesivos y dilatados actos de prevaricación envueltos en impunidad que datan desde el día siguiente al del ajusticiamiento del sátrapa y que han sido causa primigenia de miseria, exclusión e inequidad.

Una nación agradecida rinde tributo hoy a los héroes del 30 de mayo Salvador Estrella Sadhalá, Roberto Pastoriza, Amado García Guerrero, Antonio Imbert Barrera, Luis Amiama Tió, Pedro Livio Cedeño, Antonio de la Maza, Huáscar Tejeda y Luis Manuel Cáceres (Tunti), que con su arrojo y determinación sembraron en la conciencia nacional la semilla de la libertad.

Tan trascendente efeméride sorprende hoy a la clase política sumida en el descrédito y la desconfianza de una población harta de la prevaricación que reclama honradez, transparencia, justicia, equidad y absoluto respeto a la ley.

El Nacional

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