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Entre los legisladores recién electos, muchos son jóvenes, y en los de edad madura hay buenos gallitos, con contemple, dignidad y sentido crítico de estos congresistas. La cualquierizacion de ese congreso fue que animó algunos miembros de elencos de programas televisivos de poca monta a lanzarse como candidatos a diputados. Ello plantea la necesidad de mejorar el perfil de los congresistas para elevar su capacidad, su ética y su honor. De prosperar las voces de diputados y senadores electos, los privilegios que todavía existen alli serian rechazados. De nuevo opinamos que la próxima composición congresual es halagadora para adecuar las funciones constitucionales de los legisladores. La población confía que las facilidades de mayorías que tiene asegurada el PRM en sendas cámaras cursen para el bien común del país, y no para la manipulación como se ha venido haciendo por años en ese congreso.
La población está contenta con la próxima composición de los dos hemiciclos y espera resultados positivos y sin traumas, por suerte que tendremos muchos legisladores de reconocido peso en valores humanos. Pero que hay que estar muy atento al accionar de los legisladores porque nunca más queremos cargar tan pesado como hemos cargado con la matricula que hemos tenido por años, que mayoritariamente obedecía a los intereses y apetencia de Danilo Medina y no a las necesidades del pueblo dominicano. De ahí la compra y venta de diputados y senadores para la repostulacion de Danilo en 2016. No más que el año pasado se atrevió a enfrentar con la P. N. a la oposición política, a la corriente de Leonel Fernández de su mismo partido morado y a la Marcha Verde, impulsando la decisión suya y de sus desenfrenados seguidores de mantenerse en poder a como diera lugar, propósito que felizmente sucumbió y terminó con la vergonzosa derrota eleccionaria del 5 de julio pasado.
Los tres poderes del Estado convergían a unanimidad en una misma posición: satisfacer las ambiciones y caprichos de los gobiernos peledeistas, y sobre todo del presidente Danilo Medina que de no haberlo contenido hoy nos encamináramos a una réplica del difunto Maquiavelo.
Lic. Santiago Martínez