Las cuatro defunciones y los más de 3,700 casos de dengue que se han reportado últimamente constituyen un inquietante signo de alerta sobre una enfermedad que tiende a propagarse en esta época del año.

Además de la jornada de fumigación para la eliminación de los criaderos del mosquito que provoca la enfermedad la cooperación de la población es fundamental en ese sentido.

Las cañadas, aguas estancadas, floreros, jardines y demás son fuentes para la reproducción del vector que transmite el dengue.

Estos tiempos lluviosos constituyen un buen caldo de cultivo para la creación de criaderos del insecto que atenta contra la salud de la población.

Para evitar males mayores el Ministerio de Salud Pública ha alertado a las autoridades de Educación a que tomen medidas preventivas, como desyerbar los traspatios y fumigar los planteles, antes de la apertura del año escolar.

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Es necesario que la cartera también despliegue una amplia jornada de orientación para que la población sepa protegerse y no se descuide frente a cualquier síntoma extraño que padezca. Hay que evitar que el dengue, que suele ser letal, se convierta en epidemia.