La alarma y la angustia se han disparado tras la decisión del Ministerio Público de solicitar la libertad de los detenidos por la muerte de la joven Paula Santana, ocurrida en febrero, y archivado el caso.

El cadáver de Santana, quien laboraba en una empresa de zona franca de Las Américas, fue encontrado en una alcantarilla con signos de estrangulamiento y violación sexual.

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Por el crimen el Ministerio Público detuvo a sus compañeros de labores Joaquín Hidalgo Marte y Alex Cruz Díaz, a quienes acusó de tortura, violación sexual, homicidio, robo y asociación de malhechores.

Pero después que los acusados cumplieron tres meses de prisión que se les impuso como medida de coerción el propio Ministerio Público solicitó su libertad y archivar el caso por supuesta falta de pruebas. Es inconcebible que un crimen tan espantoso todavía a estas alturas esté impune.