Santo Domingo.-La mayoría de los arroyos del municipio Santo Domingo Norte (Villa Mella) se ha convertido en cañadas de aguas residuales, debido al crecimiento poblacional de esa localidad y a la irresponsabilidad tanto de la Alcaldía como del Ministerio de Medio Ambiente, según estiman residentes en el lugar.

Arroyos que 40 años atrás eran fuentes de alimentación de los pocos residentes que habitaban la comunidad de Villa Mella, hoy están llenos de basura.

“Yo iba al arroyo Yaguasa, me bañaba con mis amigos y pescábamos camarones, tilapias y guabinas, pero hoy ya es una cañada de agua negra. Las autoridades nunca debieron permitir esa situación”, dijo José Berroa, quien es nativo de Villa Mella, una de las zonas de mayor crecimiento urbano en las últimas décadas.

El Yaguasa (Un ave) divide a Guaricanos y Villa Mella, y allí acudían decenas de personas a bañarse, pescar, recolectar chinolas y comer caña, ya que en la localidad existían plantaciones del desaparecido ingenio Río Haina.

Pero no solo ese afluente se encuentra en esa situación, ya que otros arroyos de la zona, como el Yuca, Tosa y Dajao, en La Victoria, han sido victimas del crecimiento habitacional en los últimos años.

“Estos eran fuentes de riqueza alimenticia, pescábamos casi diario porque había de todo tipo de peces”, afirmó Willian Rojas, quien recuerda la corriente del Yuca en sus buenos momentos.

Algunos condenan que ni la Alcaldía de Santo Domingo Norte ni el Ministerio de Medio Ambiente hayan tomado medidas para preservar recursos naturales tan importantes como lo fueron esos afluentes.

Además, lamentaron que las autoridades municipales también hayan permitido construir viviendas en zonas donde antes existieron lagunas, como el caso de Barrio Nuevo, en Sabana Perdida.

“Aquí secaron esa laguna para construir casas y las autoridades no les importó, y todavía continúan lanzando material para rellenar lo que queda de la misma”, lamentó Julián Martínez.

Otros se quejan por la falta de políticas que permitan la protección de los recursos naturales y aplicar las leyes vigentes contra quienes se dedican a depredar los mismos.