(II)
1.-El mito de la necesidad de crecimiento económico y demográfico sin límite ha convertido el sistema productivo en un cáncer, y a los seres humanos en una amenaza para la vida. La extracción de recursos para enriquecer a las oligarquías y mantener a una humanidad que ha crecido exponencialmente se ha vuelto insostenible. La eficiencia ciega sirve a la locura extractiva y la perpetuación de élites profundamente desconectadas del mundo y de la humanidad.
2.-Los dos últimos siglos han impuesto la locura productivista y el crecimiento incontrolado como dogma económico y social, provocando una explosión demográfica sin precedentes al multiplicar por ocho la población planetaria en poco más de doscientos años. Entre el 1800 y la actualidad hemos pasado de mil millones de personas a ocho mil millones, el mayor crecicimiento en la historia de la humanidad.
3.-Hemos pasado de trabajar para vivir al vivir para trabajar y acumular, deidificando el valor posicional, haciéndolo dependiente de la posición social, provocando una humanidad encerrada en la ilusión de la forma.
4.-El ansia obsesiva por poseer y acumular nos ha conducido a la destrucción irreversible del medio ambiente. También el cuerpo de la mujer se concibe como un mero objeto reproductivo, otra dimensión de la degradación de lo humano en la relación con el propio cuerpo, obsesionado por la belleza física y la obediencia ciega a modelos impuestos por los medios y la industria. La cultura de la acumulación de riqueza, del usar y tirar.
5.-El uso del trabajo humano, como un recurso más, lo ha desacralizado de su tradición, de su integración ritual, para convertirlo en una modalidad moderna de esclavitud. Por eso crece el movimiento de renuncia a trabajos inhumanos e infraremunerados.
6.-La corrupción del poder, de sus estructuras e instituciones y sus representantes, es una expresión del patriarcado en su dimensión más inmisericorde y excluyente. El sometimiento de lo emocional y biológico a la razón de Estado. La perpetuación de las élites políticas y económicas en el poder. El uso de la razón de Estado para perpetrar crímenes y justificar genocidios, entronizando en el poder y la distancia social a elites que se suponía debían proteger e inspirar a los demás.
7.-La pandemia del COVID fue devastadora en términos económicos y políticos, agravando un tambaleante orden mundial, provocando irreversibles líneas divisorias entre países y comunidades.
8.-Tras la caída del muro en Berlín, el capitalismo llegó a creerse la única opción posible, proclamó su hegemonía mundial, el final de la historia. El mundo occidental y capitalista había ganado la batalla final contra la utopía socialista. El sueño no duró mucho”. El 11 de septiembre del 2021 lo bombardeo.
El 2025 nos reorientará.