Ante el fallo eléctrico que el domingo afectó por casi nueve horas las operaciones del Aeropuerto Internacional de las Américas (AILA), lo que procede es que el Gobierno encamine una exhaustiva investigación que involucre a organismos de fiscalización aeroportuaria y de seguridad del Estado.
Ese percance provocó un caos mayúsculo en la principal terminal aérea del país con retraso, suspensiones y desvió de vuelos en perjuicio de miles de pasajeros que procuraban arribar al país o partir hacia diferentes destinos de Estados Unidos, Latinoamérica y Europa.
El Departamento Aeroportuario anunció la apertura de una investigación para determinar las causas que produjeron la interrupción de energía en ese aeropuerto, que la empresa Aeropuertos Dominicanos (Aerodom) atribuyó a un avería en el equipo que redistribuye la energía hacia las diferentes subestaciones eléctricas.
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Lo ocurrido el domingo en el AILA no fue un accidente rutinario, sino un problema grave, que el presidente Luis Abinader calificó como “totalmente inaceptable”, al advertir que habrá consecuencias en caso de comprobarse negligencia en una investigación que encomendó al ministro de Obras Públicas, Eduardo Estrella, en su condición de presidente de la Comisión Aeroportuaria.
En ese aeropuerto se han producido otros incidentes sin que las autoridades determinen las causas o aseguren que la empresa arrendataria aplicaría correctivos que eviten repetición de percances técnicos o logísticos, como ha sido la paralización durante más de nueve horas de las operaciones en esa terminal por un fallo en la energía eléctrica.
La empresa concesionaria de los aeropuertos estatales está compelida a ofrecer garantía de que en términos de mantenimiento y operatividad, se cumplirá con los estándares internacionales de calidad y prevención, más aun si la concesión acordada con el Gobierno se prolongará por 37 años.
El momento puede ser propicio para que Aereodom ilustre a la población sobre los proyectos de construcción de una nueva terminal o de ampliación de la pista de aterrizaje, lo que en cierto modo contribuiría a subsanar la crisis de reputación causada por el largo apagón del domingo.
Terminales aéreas y portuarias conectan a la nación con el resto del mundo a través del ingreso y salida de personas y mercancías, por lo que corresponde al Estado la salvaguarda de la seguridad de esas instalaciones, y esclarecer incidentes como el acaecido en el Aeropuerto Internacional de las Américas.