Dentro de la rebosada cantidad de víctimas de violencia de género, hay una mujer identificada y expuesta, una vez más, por el mismo sistema de justicia, ahora por la judicatura de Santiago Rodríguez.

Se trata de la excarcelación bajo fianza de 300 mil pesos del merenguero Faustino de Jesús Ortiz Gil, alias Querube, a quien la Corte de Apelación de Monte Cristi, había variado, hace apenas una semana, la medida de coerción de garantía económica de la que el artista disfrutaba desde mayo pasado, por la de prisión preventiva de tres meses.

La libertad bajo fianza fue autorizada este viernes pasado por la Jueza Anabel Rodríguez Peralta, Interina del Juzgado de la Instrucción de Santiago Rodríguez. A solo una semana de prisión preventiva esta jueza consideró que fue tiempo suficiente para que el imputado quede libre durante el proceso, con la garantía del mismo Alcalde.

Querube fue apresado a comienzos del mes de mayo pasado y acusado de supuestamente raptar, maltratar y golpear a Ana Iris Pérez Espinal, de 39 años, su esposa, quien de acuerdo a su acusación, permaneció raptada por él, durante 5 días y presentaba, como decía el informe policial reseñado en la prensa, diferentes señales de cuidado por lo que tuvo que ser internada. Y ese imputado, además, tiene una historia no aclarada, por la presunta vinculación con el asesinato de su antigua esposa, habiendo estado preso a finales de los 90 y comienzos del 2000.

En el proceso, como otras tantas mujeres aún con agresiones graves, sin una red de apoyo en el entorno y presionadas por familiares de uno y otro lado con argumentos que las ponen en el centro de las decisiones, desprotegiéndolas, la víctima desistió. Y la acusación quedó solo en manos de la Fiscalía de Santiago Rodríguez.

Precisamente, el 25 de noviembre pasado, la Comisión de Género del Poder Judicial, presentó la Guía de Buenas Prácticas para el Manejo de Casos de Violencia Doméstica e Intrafamiliar y de Género, para servidores y servidoras de la Justicia y en su acápite 6, llama a jueces y juezas a tener en cuenta los factores de riesgo al momento de imponer o revisar una medida de coerción.

Y entonces, ¿Qué pasa con la judicatura de Santiago. Rodríguez? ¿No es un riesgo la historia del feminicida, así como las pruebas presentadas? ¿Y qué pasa con ese pueblo, que no reacciona? ¿Cómo es posible que una jueza interina cambie la decisión de la Corte de Apelación solo unos días después?

Y ahora, ¿Solo esperaremos el desenlace?