Detrás de toda exclusión, de toda persecución, de todo ninguneo, está el miedo. El miedo a que otro/otra ocupe un espacio que creemos nuestro, que evidencie nuestras carencias, falencias, nuestras aspiraciones incumplidas. “Soy la mejor poeta, no compito en buena lid”. Excluyo.
Detrás de todo miedo hay una falta de confianza en nosotros mismos y nuestras capacidades, nuestro trabajo, nuestra identificación sexual, en nuestra poesía, nuestra literatura, y ese miedo siempre se traduce en competencia, en maquiavelismo, o en lo que llamo salierismo, convirtiendo en adjetivo a Salieri, aquel compositor mediocre obsesionado con el talento natural de Mozart.
Ese miedo es el que explica que El Quijote desapareciera por cien años, hasta que un aristócrata inglés lo hizo traducir para divertir a la reina. Ese miedo es el que nos lleva a negarle a los dominico -haitianos lo que defendemos para nosotros en el exterior, para los dominico-americanos, dominico -franceses, dominico- ingleses, dominico-mundo.
Ese miedo es el que nos compulsa a querer controlar el cuerpo de las mujeres, cuerpo que hasta hoy lo peor de la humanidad masculina ha reservado para el uso exclusivo de su placer, y para la reproducción de su especie, condenando a muerte a miles de niñas y adolescentes que se embarazan a destiempo, entre otras razones por falta de educación sexual.
Ese miedo es el que impide el libre debate de las ideas en todos los ámbitos y recurre siempre al epíteto para descalificar al otro/a, a la calumnia, al infundio. “No te puedo derrotar con las ideas entonces te desacredito, te asesino moralmente”. Miriam Germán, quien desde muy joven se distingue porque no le tiembla el pulso, ha vuelto a la palestra pública con su medida para proteger a las poblacioness vulnerables, entre ellas la población homosexual de este país, que es vastísima, según informes de quienes conocen ese mundo y saben que si aqui los gays y bisexuales saieran a la calle no cabrían en el malecon…hasta Haina.
Las condenas no se hicieron esperar. De nuevo el miedo. Cuando uno está seguro de su sexualidad se maneja con tranquilidad en todos los ámbitos, recibe en su casa y celebra, con personas de orientación sexual diferente, porque está a gusto con su orientación sexual.
Hitler, Pinochet, Videla, Somoza, Trujillo, Trump, Bolsonaro, la Thacher, La Penn, los torturadores de Guantánamo, depredadores/as de la humanidad, eran, son, homosexuales? Los pedofilos que hoy embarazan niñas, y se escandalizan frente a una instalación de niñas uniformadas embarazadas, de Jorge Pineda; los feminicidas, en este país con tasas regionales altísimas, son homosexuales?.
?Donde radica la superioridad moral de los heterosexuales? Sepulcros blanqueados: Quien esté libre de pecado tire la primera piedra.