Nada nuevo bajo el Sol

Señor director:

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Y es que, a partir de la Sentencia 168-13 los enemigos han desvelado sus planes, y aunque nos han puesto sobre aviso, el presidente no ha sido contundente, y sus decisiones que generan confusión y desconfianza, en lugar de demostrarle a la CIDH y a quienes tras ella se escudan, que la libre determinación y la soberanía no son objeto de negocio. Al no querer darse por entendido, haciéndose que no ven lo que ven, están desenterrando, para volver a matar, a Juan Pablo Duarte, a María Trinidad Sánchez, Gregorio Luperón, Ercilia Pepín, entre otros/as, que amaron y respetaron entrañablemente a su patria.

Cuando el informe preliminar de la CIDH dice que “valora como positiva la orden del presidente de suspender las deportaciones“, nos invita al desacuerdo, pues cuando el enemigo valora como positiva una decisión del contrario, inmediatamente hay que revocarla, pues se sabe que está favoreciendo al enemigo. Es suficiente con que se insinúe la no deportación para que el ejecutivo se sienta desconsiderado. No es posible que este país que tiene una exagerada población haitiana agravada por una frontera siempre abierta, se le venga a imponer, y se acepte, que no ejerza su derecho legítimo a la deportación. Las señales que se siguen enviando, por no buscar seguridad en la fuente soberana que es el pueblo, proyectan sumisión y miedo.

La no deportación es un error que atrae a más ilegales, y es a la vez un irrespeto al pueblo dominicano que ya siente el desamparo, por eso ha habido pueblos llevando a cabo acciones encaminadas a sacar de su territorio a la inmensa cantidad de haitianos que los tienen asediados, casi empujándolos de sus espacios. Es esta una situación delicada donde las autoridades deberían, hace mucho, haber tomado las acciones esperadas.

De cara al informe final de la CIDH el imperativo que traza el momento actual, es que la ciudadanía se constituya en fuerza de presión ante la lentitud de la actuación del sector oficial, e incluso de los partidos políticos los cuales han adoptado el mismo comportamiento, pues su estrategia frente a este problema, no está de cara a los intereses del país, pues solo piensan en captar votos ilegales para las próximas elecciones, votos que ya están saliendo bastante caros al país. Ellos no tienen otra sensibilidad que no sea la de sus intereses propios, por eso, es tiempo de soltar los nudos, y enfrentar con tesón esta adversidad.

Atentamente,
Melania Emeterio Rondón