Los tres actos
Señor director:
Frecuento la parroquia María Auxiliadora y asistí a las actividades de Semana Santa y fue masiva la participación de las gentes, y tanto éramos que algunas se hicieron en el patio del Instituto Técnico Salesiano (Itesa) y en la cancha del Oratorio maría Auxiliadora(Oma)y tres actos fueron los más impactantes: el lavado de los pies, viacrucis del Viernes Santo, en el cual se rememora la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y la vigilia del Sábado Santo. El lavado hecho por Jesús a sus apóstoles, fue emulado por el padre Enrique y doce adultos hacían las veces de los apóstoles, ese acto fue una muestra fehaciente más de la humildad de que hizo gala el Mesías cuando pasó por este mundo.
El vía crucis del Viernes Santo, en el cual se rememoró la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo fue apoteósico, mayormente por la cantidad de jóvenes que se integraron a las celebraciones, y protagonizaron a los verdugos de Jesús y a este crucificado en medio de dos ladrones. El llamado Dimas (el buen ladrón) se arrepintió y Dios lo redimió, lo cual es muestra de que el arrepentimiento es en vida.
Las actuaciones de esos muchachos (que obviaron las bacanales de los irreverentes que con tantos días que tiene el año agarran la Semana Mayor para exhibir sus depravaciones) y la presencia de los fieles de principio a fin de las actividades fueron fuera de serie. De corazón felicidades a todos, pero principalmente a los jóvenes de María Auxiliadora y barrios periféricos, pues con sus actuaciones en la Pascua Juvenil y demás actos a los de la tercera edad nos dijeron, que el futuro de la patria aun es promisorio.
El tercer acto fue la vigilia el Sábado Santo e inició a las 9:00 AM y concluyó casi a la 1:00 PM, ya iniciada la actividad una llovizna pertinaz nos perturbó, pero gracias a Dios no pasó de ahí y pudimos continuar en el acto, que desbordó las expectativas. Incluyo cánticos preciosos, lecturas bíblicas, el bautizo de un grupo de niños y adolescentes. El evangelio lo socializó el párroco Bienvenido Colón (un sacerdote dedicado e incansable en pro de esa comunidad cristiana) quien con sus prédicas y accionar nos confirma que las iglesias siguen siendo las instituciones mássanas y creíbles del país.
No es ocioso destacar el trabajo tesonero de quienes colaboran siempre (incluyo a otros curas) con el párroco, para que las actividades programadas sean exitosas. Son tantos que no puedo aludirlos por su nombre, pero puedo testimoniar que en la Semana Mayor su laboriosidad y entrega a los actos programados por la parroquia fueron encomiables.
Atentamente,
Lic. Teresa Gómez

