Mala experiencia
Señor director:
Hace unos cuantos días, me llegaron a la memoria dos situaciones que quiero compartir con ustedes, mis queridos lectores, y que se refieren a los inconvenientes en torno a las personas que hacen comentarios sin tomar las medidas discrecionales necesarias.
Por ejemplo, hace ya unos años, Leo López y yo veníamos de regreso al país después de visitar diferentes ciudades de los Estados Unidos para entrevistar a los más destacados peloteros dominicanos de las Grandes Ligas, como eran Alex Rodríguez, Pedro Martínez, David Ortiz, Manny Ramírez y Sammy Sosa, entre otros.
El regreso lo hacíamos por el aeropuerto internacional de Miami.
Como todo un gran imbécil, mientras esperábamos nuestras maletas en las correas de aduanas, le hice a mi estimado Ganso Salvaje -forma que tenemos de llamarnos Leo, Osvaldo Rodríguez Suncar y yo- un comentario que pudo ser catastrófico para mi porque asumí erróneamente que dos policías no sabían hablar español, por lo que no entenderían lo que le diría a mi consuetudinario compañero de viaje.
Mi querida madre Doña Negra,siempre me decía -con palabras muy dominicanas- que «el mal comío no piensa», cosa que puse de manifiesto al decirle a Leo «Ganso, cuando uno de esos dos perros antidroga venga a olerme, le voy a entrar a mordías para que no j…», y comencé a reirme destempladamente.
No bien había terminado la frase cuando uno de los dos efectivos policiales me dijo «por eso es que muchos de ustedes caen presos en los Estados Unidos. Ustedes creen que los otros no sabemos hablar castellanos y -por lo que dijiste- lo menos que te cabe es una multa de cinco mil a diez mil dólares y algunos dos años presos. Pero, como vi que se trataba de un chiste, te voy a dejar tranquilo y no vuelva a cometer ese error».
Está demás decir que -durante el viaje a Santo Domingo- abrí muy poco la bola y el amigo Leo gozando por lo pasado.
Atentamente,
Domingo Batista
La pobreza
Señor director:
El gobernador del Banco Central, don Héctor Valdez Albizu, dio a conocer cifras sobre la economía dominicana que nos colocan como los más eficientes en esa materia en el 2015.
Sin embargo, los dominicanos de a pie enfrentan serias dificultades para adquirir los alimentos, las medicinas y pagar los servicios.
Uno se pregunta entonces, de qué crecimiento habla Valdez Albizu cuando da a conocer tales cifras.
Atentamente
Gregoria Núñez
Salcedo.