La Policía y el crimen

Señor director:
Muchas personas se quejan todos los días de las deficiencias de la Policía Nacional en lo relativo al combate de las acciones criminales, pero me parece de justicia señalar algunos equívocos en torno a esas apreciaciones.

Un ejemplo de esa situación es el caso del asesinato de los locutores y periodistas LeoMartínez y Luis Manuel Medina, de la emisora FM 103.5, de San Pedro de Macorís, en el cual la Policía Nacional actuó rápida y en forma acertada, al identificar al autor de tales hechos en menos de cuatro horas.

José Rodríguez fue debidamente identificado antes de que la mayoría de los medios informativos del país dieran a conocer el hecho.

Otro hecho esclarecido rápidamente es el asalto al comerciante Melvin Adonis Martínez Mateo, despojado de 130 mil pesos, dos de los cuales fueron apresados apenas horas después de cometido el hecho.

Además está el caso del raso de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) ultimado a tiros en el sector Las Palmas, en Herrera, cuando encaminaba a una compañera de institución.

Menos de 24 horas de ocurrido el hecho la Policía ya tiene identificados a los homicidas y la ubicación de la pistola robada al agente de apenas 25 años.

Pero lo más lamentable es que mucha gente, incluyendo abogados y periodistas, desconoce que el papel de la Policía es represivo y que su objetivo es capturar a quien viole la ley.

Muchos opinan que la Policía Nacional es la responsable de la ola de crímenes, robos y asaltos que se cometen a diario en el territorio nacional.

La labor de educar a la población para que la gente sea correcta, honesta, respetuosa de la ley, corresponde a otras instancias como la familia, la escuela, las iglesias, y otras instituciones sociales que deben procurar que los jóvenes puedan estudiar y tener un trabajo decente que les permita realizarse como seres humanos con deseos y aspiraciones.

La culpa de tantos robos y atracos, homicidios, feminicidios, son los que con sus acciones enseñan a la población que el crimen y el robo no son nada, siempre que estés protegido por la impunidad.

Comencemos a combatir el crimen encarcelando a los criminales de cuello blanco de los partidos.

Atentamente,

Pastora Pérez Cruz