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Complejo Invivienda

Complejo Invivienda

Orlando Jorge Villegas

El proyecto Invivienda, iniciado en 1983, fue uno de los más ambiciosos en materia habitacional que ha desarrollado el Estado, bautizado por el expresidente Salvador Jorge Blanco como una “bandera gubernamental”.

El proyecto buscaba hacer un plan de vivienda para familias de clase media, compuesto de 25 mil soluciones habitacionales por año. El Dr. Jorge Blanco nombró al ingeniero Pedro Bonilla, como director del Instituto Nacional de la Vivienda, quien contó con un grupo de experimentados profesionales como el arquitecto Manuel Salvador Gautier, el ingeniero Francisco Méndez, el doctor Dario Fernández, y con la fundamental participación del secretario de Finanzas, Jose Rafael Abinader, padre del actual Presidente.

Desde la primera entrega de las manzanas 20, 21 y 22 con 535 apartamentos, hasta la conclusión de las demás etapas y los proyectos provinciales, el esquema habitacional brindó oportunidades de desarrollo económico y social a miles de familias; tanto de manera directa para las familias que lo habitaban, como indirectamente a toda la población dominicana. La vivienda es uno de los pilares fundamentales para alcanzar la independencia económica, sobre todo en países en vía de desarrollo. Estas fungen como un recurso comercial para trabajar desde el hogar, o un instrumento de garantía crediticia.

A nivel social, el acceso a una vivienda no solo satisface las necesidades básicas de protección, seguridad, sanidad y bienestar de las personas; sino que también responde a necesidades de identidad, pertenencia, y privacidad.
El expresidente Hipólito Mejía en el año 2000, designó recursos para su terminación y adecuación. No obstante, los gobiernos posteriores no dieron la continuidad necesaria y el proyecto cayó en el abandono.

El actual ministro de Vivienda, Carlos Bonilla, hijo del Ingeniero Pedro Bonilla, ha trabajado arduamente en proyectos de viviendas, hospitales, y universidades, estructuras que impactan la vida de los dominicanos procurando que las edificaciones tengan la calidad que el dominicano se merece. Y entre tanto trabajo, no ha relegado la labor pendiente de Invivienda. De la mano del presidente Abinader, estos han retomado la tarea que de forma implícita nos fue delegada por nuestros ascendientes.

Entre tantas vueltas que da la vida, resulta curioso apreciar un verdadero ejemplo de herencia del sentido patriótico. Un deber inculcado desde la infancia y un compromiso con el bienestar de nuestro país que corre por las venas. Donde todos los demás ven un simple complejo habitacional, yo veo un legado de valores que son los cimientos sobre los que se está construyendo nuestra nación.

Por: Orlando Jorge Villegas

ojorge@jvmediagroup.com

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