Carta de los Lectores Opinión

Compras por internet

Compras por internet

Desde años recientes, las compras por internet han ganado popularidad en la República Dominicana, fundamentalmente entre consumidores pertenecientes a las clases media y baja, debido a precios más bajos y mayor variedad de productos que pueden obtenerse en comparación con el comercio local.

Productos adquiridos en plataformas internacionales, en muchos casos, tienen un precio hasta tres veces menores que los disponibles localmente, representando un significativo alivio para los ciudadanos. A esto se suma la exención fiscal en compras inferiores a 200 dólares, un incentivo importante para muchos consumidores.

El gobierno ha propuesto una reforma fiscal que busca eliminar esta facilidad, argumentando que las compras en línea generan una «competencia desleal» para comerciantes locales, quienes aseguran que dicha exención afecta sus ventas y pone en riesgo la economía interna.

Este argumento, comprensible desde el punto de vista empresarial, merece un análisis más profundo.Es injusto culpar al consumidor por optar por alternativas más económicas, siendo que el gobierno mismo alega, para justificar la propuesta Ley de Modernización fiscal, que requiere mejorar sus ingresos para aumentar la inversión pública en áreas claves.

En una economía globalizada, las barreras geográficas ya no limitan el acceso a productos internacionales, y el comercio local necesita adaptarse a esta realidad ajustando sus precios y optimizando sus operaciones a fin de transformarse para competir en un entorno global y digital. El consumidor no es el problema.

A menos que el comercio local se torne más competitivo, la eliminación de la exención fiscal no resolverá su problema. Además, esta medida afectaría directamente a los consumidores, especialmente aquellos con menores ingresos, que ven en las compras por internet una forma de acceder a productos de calidad a precios más accesibles.

El volumen de compras que realiza el consumidor promedio no representa una amenaza significativa para el comercio local. Además, eliminar la exención no necesariamente aumentará los ingresos fiscales de manera considerable, pero sí impactará negativamente a quienes dependen de estas alternativas económicas. Por tanto, más que limitar las opciones del consumidor, es necesario incentivar al comercio local para que mejore su competitividad en términos de precio, calidad y servicio.

Mantener la exención fiscal ayudaría a mitigar los efectos negativos de la Reforma Fiscal, brindando un alivio a los ciudadanos en medio de una economía desafiante

Juan Pilar. Profesor UASD

El Nacional

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