Al elevar con su presencia el nivel del diálogo por las reformas, el presidente Luis Abinader no se convirtió, hay que reconocerlo, en una figura decorativa.
Aprovechó el espacio para ratificar su compromiso con la transparencia y la institucionalidad al defender la recomposición del Consejo Nacional de la Magistratura, la reorganización de las altas cortes y la independencia del Ministerio Público.
De esa manera recoge un viejo sentir de importantes sectores que han abogado por un sistema institucional que garantice el Estado de derecho.
El mandatario, que estuvo acompañado de la vicepresidenta Raquel Peña y otros prominentes colaboradores reiteró, para aliento de la opinión pública, que la democracia es la calidad de sus instituciones y el debate de sus necesidades. De consensuarse las reformas a Abinader se le recordará por las transformaciones.
El Nacional
Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación
