Intensas lluvias provocadas por una vaguada que incidirá hasta mañana sobre el territorio nacional han causado deslizamientos, inundaciones, desbordamientos de ríos, arroyos y cañadas con afectación a centenares de viviendas y desplazamiento de decenas de familias asentadas en zonas de riesgo.
Por lo menos 34 acueductos quedaron fuera de servicio y numerosas localidades incomunicadas por las riadas que inhabilitaron el paso por puentes, carreteras y caminos vecinales en zonas del Gran Santo Domingo, San Francisco de Macorís, La Vega, Samaná, Puerto Plata, Bajo Yuna y Elías Pina, entre otras comunidades.
Las diferentes instituciones del Gobierno relacionadas con mitigación de desastres deberían socorrer a las familias, cuyas viviendas resultaron dañadas o que perdieron sus ajuares por las inundaciones y deslaves, así como a productores agrícolas cuyos predios fueron arrasados por los desbordamientos.
El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) mantuvo ayer en alerta roja al Distrito Nacional y las provincias Santo Domingo, Santiago Rodríguez, La Vega, Duarte y Puerto Plata, y al resto en alerta amarilla o verde, señal de la intensidad de los aguaceros y gravedad de los daños.
La Oficina Nacional de Meteorología mantuvo los niveles de aviso y alerta durante las próximas 24 a 72 horas, debido a pronóstico de más precipitaciones moderadas a fuertes y ante posibles crecidas de ríos, arroyos y cañadas, inundaciones urbanas y deslizamiento de tierra en 21 provincias y el Distrito Nacional.
Los aguaceros han puesto de nuevo al desnudo las crónicas deficiencias en los sistemas de drenaje en el Distrito Nacional y provincia Santo Domingo, y otros entornos urbanos, donde las aguas anegaron barrios, sectores residenciales, calles interiores y principales avenidas, lo que provocó largos y prolongados taponamientos.
Aun cuando las lluvias disminuyan en las próximas horas, los suelos saturados incidirían en prolongar el escenario de desbordamiento e inundaciones, por lo que residentes en cercanías de ríos, arroyos y cañadas o al pie de estribaciones deberían estar atentos a los boletines del COE.
La primera semana de mayo se ha caracterizado por copiosas lluvias, con su secuela de daños colaterales, lo que obliga a las autoridades a observar un comportamiento proactivo, asistir en el menor tiempo posible a potenciales o reales damnificados, la mejor forma de prevenir desgracias.