Opinión

CRÓNICA DEL PRESENTE

CRÓNICA DEL PRESENTE

Euclides Gutiérrez Félix

¡San Zenón! y II

En la columna anterior recordamos a nuestro padre quien nos informaba que las mujeres y hombres que fueron fusilados, después del ciclón de San Zenón, porque sacaban los dientes de oro, y le cortaban los dedos que tenían anillos de oro o plata a los fallecidos en las calles, fue una cantidad de 20 mujeres y 100 hombres, pero que más luego descubrieron que los muertos por robos, aumentaba ese número considerablemente.

Las víctimas por muerte del ciclón fueron enterradas en la Plaza Colombina, que era el espacio que estaba fuera de las murallas de la ciudad, donde se construyó en la década de 1930 el parque Ramfis, hoy Eugenio María de Hostos.

El número de los que fueron llevados allí, de acuerdo a nuestro padre, fue de 4,500 cadáveres a los que se sumaron los ladrones y pillos que hemos mencionado. Santo Domingo no era una ciudad, era con excepción de la Zona Colonial, un poblado con casas que quedaron destruidas.

El gobierno presidido por Rafael Trujillo Molina, impuso un control absoluto de todas las actividades comerciales y de otra naturaleza garantizadas por el toque de queda; sólo se podía trabajar y caminar por las calles hasta las 6:00 p.m. Nuestro padre dirigía la escuadra que tenía bajo su autoridad el sector de La Atarazana, que se extendía desde la Arzobispo Meriño, bajando la Delmonte y Tejada hasta la Puerta de San Diego y hacia el norte, desde la iglesia de Santa Bárbara, hasta la “Ceiba de Colón”. Hay muchas fotos de esa tragedia que conmovió a todo el pueblo, que fue asistido en una verdadera expresión de solidaridad por la mayoría de los países americanos, particularmente Estados Unidos de América; llegaron al puerto de Santo Domingo navíos de varios países de Europa, entre ellos dos cruceros llamados Danae y Ahrens, nombres que llevan dos calles de la actual ciudad capital.

La construcción de la nueva ciudad se inició hacia la parte norte de la avenida Mella, en lo que hoy es Villa Francisca y San Carlos y en la parte sur, hacia el oeste a partir del cementerio de la avenida Independencia, en los lugares conocidos con el nombre de ensanche Lugo y más arriba de la Bolívar, Gascue y en la parte sur del cementerio de la Independencia que se conoce como Ciudad Nueva.

En Gascue, en la “Colina de la Generala”, lugar donde se encuentra el Palacio Nacional, comenzaron a construirse viviendas tipo “chalet” que convertirían ese sector en un barrio aristocrático, habitado por un alta pequeña burguesía urbana, que fue convirtiéndose con calles y aceras bien trazadas, en un hermoso escenario.

El lugar donde está el Palacio Nacional se llama “La Generala” porque ahí residía la viuda de Juan Sánchez Ramírez, el héroe de la Batalla de Palo Hincado, escenario de la provincia de El Seibo, a donde se efectuó la primera “carga al machete”, contra las tropas francesas al mando del general Ferrand en 1808.

Al momento del ciclón estaba en un hermoso edificio construido por las autoridades militares norteamericanas de la primera intervención, que después de 1924 fue asiento del Poder Ejecutivo, conocido con el nombre de la “Mansión Presidencial”. Villa Francisca, San Carlos, Gascue, La Esperilla, y al sur de la avenida Bolívar estaba el ensanche Lugo, Ciudad Nueva, El Carmen y La Primavera, que se extendían hasta donde está construida la Máximo Gómez. Le correspondió a Trujillo reconstruir o construir la cuidad que por 31 años llevó el nombre de Ciudad Trujillo.

El Nacional

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