Ser buenos padres, o por lo menos tratar día a día de superarnos en ese importante papel, no significa que seamos perfectos. No quiere decir en modo alguno que todo el tiempo estemos maravillados de cada responsabilidad o tarea que emprendamos con nuestros hijos. No.
El “paquete” trae muchos sentimientos encontrados. A veces cuestionamientos, otras desencantos, pero además alegrías y satisfacciones.
Las expresiones de una madre valiente, expuestas en el libro “Tu hijo, tu espejo”, de la psicóloga mexicana con entrenamiento en psicoterapia sistémica, Martha Alicia Chávez, pueden explicar un poco todo lo que muchas veces sentimos los padres, pero por miedo a ser juzgados, nunca decimos. Pero sí, no lo neguemos, todos lo hemos experimentado alguna vez, pero hemos sentido tanta vergüenza, que nos lo negamos hasta a nosotros mismos.
“Mis hijos me pesan tanto que algunos días a escondidas, siento deseos de huir. Si me quedo, no es para cumplir con mi deber, sino porque sé que una vez me haya ido no aprovecharé mi libertad, no encontraré esa indiferencia que tanto deseo. Sé por experiencia, que no descansaría hasta saberlos en paz, responsables de sí mismos, felices si es posible”, reseña el libro en las palabras de la valiente madre que antes mencionamos.
Martha Alicia Chávez, valora estas palabras manifestando que esta mujer muestra abiertamente un sentimiento que en algún momento de nuestra vida, todos los padres experimentamos.
La experta ejemplifica además el caso de una madre que abrumada con su bebé de 9 meses y su hija de 4 años, le expresó: “Ay Martha, como quisiera que ya crezcan y se casen”. Esta anécdota curiosa puede dar risa, pero contada en público provoca reacciones de asombro y desaprobación a esta madre agobiada, a la que todos dicen: “qué mala”, “pobres niños”, “qué bárbara”.
La psicóloga, que impartirá una charla en el país el 20 de septiembre, afirma que si los padres somos honestos, todos algún día hemos deseado que llegue ese momento añorado por esa madre, en que nuestra responsabilidad directa como padres termine.
“A veces tenemos ganas de que nuestros hijos desaparezcan por un rato, y por supuesto, luego recuperarlos, porque no hay duda de que los amamos. No hay duda de que queremos cumplir nuestra responsabilidad como padres. Deseamos estar a su lado y compartir nuestra vida con ellos, pero esa otra parte, ese sentimiento secreto que brota en ciertos momentos, es también real”, explica.
Si los padres habláramos de esto entre nosotros, con nuestros amigos o con nosotros mismos, nos sentiríamos más rápido, serenos y en paz. Pero no lo hacemos porque el solo hecho de reconocerlo nos hace sentir malos, culpables y avergonzados.
Analiza que en general, los sentimientos de agobio de la madre, tienen que ver mucho con sus funciones de cuidar los hijos, ayudarlos con las tareas, atenderlos, cocinar, lavar, limpiar, mientras que para el padre, es con su función de proveedor.
“En una ocasión un padre me confesó avergonzado que frecuentemente, en secreto, hacía cuentas de todo el dinero que le quedaría disponible para él, si no tuviera que pagar, escuelas, comida, ropa, para sus hijos. Al mismo tiempo decía que sentía culpa al pensar eso, porque tiene la certeza de que sí quiere hacerlo con todo su corazón porque los ama mucho”, dijo Chávez.
Explicando más este episodio dice que el hecho de que las responsabilidades a ratos nos pesen, no significa que no deseemos cumplirlas. Este es uno de esos aspectos de la vida donde dos cosas que parecen contradictorias coexisten, se tocan, se juntan y ambas son verdaderas.
“Cuando por mucho tiempo hemos negado y reprimido algún sentimiento, éste va a buscar formas alternas de salir, así son los sentimientos”, explica.
La psicóloga concluye contando que es madre de dos veinteañeros y cuando se siente abrumada, decide hablarlo con una de sus amigas, que la comprende y la escucha sin enjuiciarla.
Comparte que siempre se sorprende de lo rápido que recupera la tranquilidad y la confianza en la vida bondadosa y en la divinidad que protege sus hijos donde quiera que estén. “Lo cierto es que los amo y sin duda quiero estar con ellos”.
EL DATO
La cita
Martha Alicia Chávez dictará el 20 de septiembre, a las 7:00 pm ,en Escenario 360, la conferencia que lleva el nombre de uno de sus libros más famosos: «Tu hijo, tu Espejo», que llega al país de la mano de “Hey! Ideas que inspiran”, y a beneficio de RODI, La Fundación para pacientes de cáncer. El libro se ha convertido en bet seller con más de 500,000 copias vendidas.
Las boletas ya están disponibles en Aeropaq, Tickets Express, boletería de Escenario 360 en Galería 360, y en las oficinas de “Hey! Ideas que inspiran”.