El ministro de Hacienda y Economía, Magín Díaz, ha sepultado “por el momento” la posibilidad de que el gobierno someta un proyecto de reforma fiscal o alguna iniciativa de “reforma flash”, al señalar que el objetivo de las autoridades es atacar “la desaceleración económica”.
Sin ínfula de mago, el funcionario ha dicho que su compromiso se centra en hacer que la economía vuelva a crecer, manteniendo la estabilidad y con el impulso de una modificación presupuestaria “razonable, que cumpla con la regla fiscal”.
No pocos agentes económicos creyeron que junto con su nombramiento en el Ministerio de Hacienda, Magín Díaz habría recibido la encomienda de reprogramar una reforma fiscal mucho más razonable que el fracasado proyecto anterior, cuestión que ha quedado descartada en voz del propio incumbente.
Tal parece que, en término literal, Magín encontró en algún laberinto del ministerio una botija con algo más de cien mil millones de pesos que servirán de base para inyectar en el Presupuesto General del Estado correspondiente a este año unos RD$69 mil millones al gasto corriente y RD$35,000 al gasto de capital.
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Con la fracasada reforma fiscal el gobierno pretendía recaudar unos RD$115 mil millones, recursos que serán suplidos casi en su totalidad con los RD$101,000 millones identificados por el ministro de Hacienda, o al menos así se hará contar en el proyecto de modificación presupuestaria que se enviará al Congreso.
Debería subrayarse que la estabilidad macroeconómica está garantizada por el lado de la política monetaria, expresada en holgadas reservas internacionales, solidez del sistema financiero y oportuna tutela del Banco Central y la Junta Monetaria al tipo de cambio y a las tasas de interés.
Lo que se requiere ahora es atacar “la desaceleración de la economía” causada principalmente por la baja inversión de capital para que la inyección de liquidez del Banco Central a la economía por 81 mil millones de pesos surta plenamente el efecto de dinamizar las actividades productivas, como ha debido ser.
Ya se ha dicho que los más de cien mil millones de pesos que se sumarán al monto presupuestal provocarán un daño colateral en el aumento del déficit fiscal de 3% a 3.47%, pero el ministro de Hacienda dijo que también encontró superávit en presupuestos anteriores que anularían ese problema. Cuestión de magia.