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Dajabón con calles vacías y el comercio inactivo

Dajabón con calles vacías y el comercio inactivo

En la calle principal de Dajabón solamente algunos motoconchos circulaban esta mañana, mientras el comercio era prácticamente nulo. Jorge González

DAJABÓN.-   A menos de 24 horas para que se cumpla el ultimátum que diera el presidente dominicano Luis Abinader a las autoridades haitianas para que detengan la construcción del canal que pretenden conectar al río  Masacre, en Dajabón, en busca de desviar parte del agua de ese  afluente para uso privado, la situación es tensa y de poco movimiento comercial. 

Las calles de Dajabón y los  entornos de la Dirección General de Aduanas, y la Dirección de Migración y mercado binacional que se caracterizan por  movimientos muy activos de hombres, mujeres y niños que diariamente copan  los espacios en busca de realizar sus actividades hoy lucían con pocas personas. 

Los almacenes, tiendas de plásticos y ropas, lugares de venta de artículos usados, así como: colmados, bancas de loterías, cafeterías, lugares de ventas de alimentos cocinados, estaban sin, o con pocos clientes. Además, las famosas vendedoras en las calles, vendiendo de todo, eran muy escasas.

Un soldado de RD monta guardia en La Vigía, Dajabón.
Un soldado de RD monta guardia en La Vigía, Dajabón.

“El comercio está muerto. La situación aquí es difícil, y aunque apoyamos al Presidente, ya que su decisión es la correcta, creo hay que buscar una solución conjunta a esta situación ya que se perjudican los dos países”, expresó César Espinosa, propietario de Almacenes Gómez.

Muy contrario a los días normales, con o sin mercado, los motoconchos estaban todos en sus esquinas y los hoteles, que por lo regular siempre están a capacidad, y en días de mercado nunca tienen habitaciones, desde el cierre de la frontera están con muy poca ocupación.

Los rumores son diversos,  muchos creen que las autoridades haitianas detendrán la construcción del canal, ya que en todo caso el más perjudicado será el pueblo haitiano que no se beneficiará en nada con esta desviación del río, y el más perjudicado será el gobierno haitiano que tendrá un nuevo problema que sortear.

Pero también hay que decir que cada día que pasa de la frontera cerrada representa millones de dólares en pérdidas para los comerciantes haitianos y dominicanos que hacen negocios de compra y venta de mercancías a gran escala.

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Hoy decenas de patanas estaban estacionadas con todo tipo de mercancías y materias primas en las calles próximos al mercado en espera de mañana para saber si podrán entrar o no al territorio haitiano.

Cierre frontera

El pasado lunes, el Consejo de Seguridad Nacional (CSN), encabezado por el mandatario, tomó la decisión de cerrar completamente la frontera con Haití para el comercio terrestre, marítimo y aéreo a partir del jueves, si el conflicto por la construcción de un canal en el río  Masacre no se resuelve antes de esa fecha.

Un almacén en Dajabón sin clientes esta mañana.

La primera medida tomada por el Gobierno fue suspender de manera definitiva la entrada de todos los involucrados en el conflicto y detener la emisión de visados a ciudadanos haitianos hasta nuevo aviso.

Mientras que la segunda fue el cierre  de la frontera por Dajabón y si para este jueves no hay una solución se cerraría completamente la frontera para el comercio terrestre, marítimo y aéreo”.

Mientras la frontera está cerrada en Dajabón, solo será abierta en los horarios de 12:00 del mediodía y 4:00 de la tarde para que los ciudadanos haitianos, con o sin documentos, puedan regresar a su país sin ningún contratiempo.

El procedimiento es ponerse en una fila y de manera ordenada pasar por un chequeo de agentes del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront).

Tratados

Fue el 20 febrero de 1929  que se firmó el convenio que prohíbe que Haití o República Dominicana desvíen el curso de alguno de los ríos que corren entre ambas naciones. Son varias cuencas transfronterizas entre República Dominicana y Haití, como son los ríos Artibonito, Dajabón, Soliette y Pedernales, además del lago Azuéi. El artículo 10 de este tratado expresa: “En razón de que ríos y otros cursos de agua nacen en el territorio de un Estado y corren por el territorio del otro o sirven de límites entre los dos Estados, ambas partes contratantes se comprometen a no hacer ni consentir ninguna obra susceptible de mudar la corriente de aquellas o de alterar el producto de las fuentes de las mismas”.

Cientos de haitianos se forman en fila cada mañana a la espera de las 12:00 del día, cuando abren la frontera por Dajabón, para regresar voluntariamente a su país.

Jorge González

Periodista, fotógrafo, reportajista y editor fotográfico de El Nacional